Piquetes y muerte

¿Tendrá valor la vida del camionero Adolfo Serafín Guglielmetti que, desviado por un piquete y luego detenido por un tronco cruzado en la vía pública, fue muerto a puñaladas en la zona norte? ¿Tendrá valor la del subcomisario Machuca que en mayo pasado falleció embestido por un automovilista forzado a eludir otro piquete en la autopista a Buenos Aires? ¿Ya nada nos impacta porque nos hemos acostumbrado al horror? ¿Qué funcionario se hará cargo de estas muertes y de los saqueos y golpes recibidos por los automovilistas por el piquete de Circunvalación y Baigorria? Estos tristes sucesos pueden pasarle a usted que está leyendo, a mí, a cualquiera. En Santa Fe sólo es cuestión de "suerte" sobrevivir o circular por las calles. A ningún candidato parece importarle el tema, no se debate y menos aún proponen soluciones efectivas. El derecho, decía Kant, es el conjunto de condiciones que permiten a la libertad de cada uno acomodarse a la libertad de todos. Ningún reclamo por justo que sea puede plantearse sobre el pisoteo a la libertad y vida de los demás.

Miguel J. Culaciati

[email protected]