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 sábado, 12 de mayo de 2007  
La juventud gritó al unísono por la vida

María Laura Favarel / La Capital

Como en otras oportunidades, el Papa retó a la juventud a vivir los ideales cristianos. Sin medias tintas manifestó que confiaba en ellos para que hagan la Iglesia y los declaró "misioneros" de la fe. Recordó que la juventud es la etapa de los grandes ideales y propuso que cada uno "viva con libertad y responsabilidad".

En este marco revalorizó el matrimonio como sacramento "grande" consagrado por Dios. Subrayó con fuerza, sobreponiéndose a los aplausos, que "no hay felicidad si no hay fidelidad en el matrimonio". Para ello animó a los jóvenes a respetar el amor en el noviazgo y guardar las relaciones sexuales para la vida conyugal.

Sin vueltas abogó por la castidad y el espíritu de fortaleza entre los novios para resistir a vivir una vida "disoluta" porque el verdadero amor es el que "procura existir para el otro". Les recordó la importancia del respeto a la vida desde la concepción y hasta su declive natural. Las palabras del Pontífice no fueron nuevas, pero lo que impactó fue la ovación de los miles de jóvenes ante cada una de las afirmaciones de Benedicto, que hicieron que este interrumpiera su discurso en varias oportunidades.


No al aborto
La respuesta fue clara Y es que los jóvenes habían manifestado su postura antes de la llegada del Papa frente a los grandes debates que hoy se plantean en los países latinoamericanos A una sola voz habían exclamado con el brazo derecho extendido que estaban a favor de la vida en todas sus instancias y períodos Y para reafirmar la idea habían repetido con más fuerza aún no al aborto

Entre esa multitud se tejían innumerables historias. La de Sabrina es una de ellas. Viajó desde La Plata con el grupo pro vida Gianna Beretta Molla. La travesía le costó una "guerra" con toda su familia, que no comprende sus convicciones ni el deseo del ver al Papa.

Marlon, que llegó de Curitiba, a cuatro horas en colectivo de San Pablo, con 600 chicos de varias parroquias de su ciudad. "Queremos contribuir a la unidad de los latinoamericanos y que crezca el espíritu cristiano de Brasil", afirmó el joven.

Estefanía viajó desde Lima, Perú, con sus compañeras de un colegio del Opus Dei. Reconoció que se emocionó mucho cuando vio al Papa por primera vez. "Yo sé que es mi oportunidad para que a través del Papa acercarme más a Dios".


La fe del Líbano
Roberto bou Daher viajó desde el Líbano para encontrarse con el Papa Junto con otros jóvenes se unió a la numerosa comunidad libanesa en San Pablo y desplegaron una enorme bandera en el estadio Pacaembú con la leyenda No olvides a Medio Oriente Muy cerca un grupo de religiosas de las hermanas Marcelinas pasaba las cuentas del Rosario Una de ellas de tez blanca y el rostro arrugado no dejaba de contemplar a los jóvenes saltar y bailar Estoy tan feliz expresó la hermana Gilda de 80 años Describió a Benedicto como el Papa que hoy necesita la Iglesia Reconoció que la juventud está muy desorientada y le hace falta la claridad de un pastor Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando expresó mirando otra vez a los chicos latinos bailar esta es la esperanza Esto también me da fuerzas porque sé que la Iglesia va a seguir viva


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