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 miércoles, 11 de abril de 2007  
Crónicas regionales
Hernández, cuna de héroes de guerra
La pequeña localidad entrerriana rinde homenaje a sus cinco veteranos de las Malvinas

Lizi Domínguez / La Capital

Hernández. — No es casual que al recorrer las calles de este pequeño pueblo ubicado en el centro-oeste de la provincia de Entre Ríos se encuentren numerosos monumentos, monolitos y bustos. Es por el afán de sus habitantes por mantener viva la memoria colectiva sobre los personajes y hechos que, de una u otra manera, protagonizaron la historia de la localidad.

Así, cada 2 de abril homenajean a Gregorio y Jorge Bentancour, Carlos González, Walter Gaioli —hermano del actual jefe de la comuna—, Gerardo Dorsch y Rubén Facciano, todos oriundos de Hernández, que combatieron en 1982 en la gesta de las islas Malvinas contra el Reino Unido y que “gracias a Dios” —exclaman las vecinas— regresaron sanos y salvos a sus hogares.

Otro héroe de guerra de este pueblo es el sargento de Ejército Roque Carmelo Cisterna, quien el 23 de diciembre de 1975 cayó durante toma del Regimiento de Monte Chingolo. En su honor, una calle lleva su nombre y su desempeño consta en las distintas placas conmemorativas que se colocaron en esa arteria.

Además, todos los 24 de marzo se recuerda a Teresita Serra, una joven estudiante universitaria que cursaba sus estudios en Santa Fe desaparecida en la última dictadura militar. Su ausencia se evoca con un imponente monumento ubicado a pocos metros del edificio donde funciona el Centro Cívico.

Origen del nombre. Por asociación, muchos creen que el nombre de este pequeño pueblo entrerriano se debe al célebre autor del Martín Fierro. Sin embargo, su denominación se atribuye a Sabá Zacarías Hernández (1856-1932), propietario de gran parte de las tierras donde se emplazaron los primeros caseríos, en la segunda mitad del siglo XIX.

Hernández, un pujante hombre de leyes y político que popularmente era conocido como Mirlo Blanco en honor a su honradez, fue fiscal y juez de primera instancia en lo civil y comercial en Paraná, diputado y senador provincial y más tarde legislador nacional. Luchó por reactivar la economía, el fomento de la industria, agricultura y ganadería, y fundó 112 escuelas primarias en Entre Ríos.

En el pueblo, su destacada figura se recuerda con un busto sobre un bulevar que lleva su nombre, al igual que la Escuela de Comercio.

Vida pueblerina. Ubicado a 170 kilómetros de Rosario, sobre la ruta 12 y exactamente entre las localidades entrerrianas de Nogoyá y Aranguren, se encuentra el ingreso a este pequeño casco urbano que alberga unos dos mil habitantes, al que se accede luego de recorrer un vistoso camino custodiado por una profunda arboleda en forma de una suerte de galería.

Los vecinos conviven en plena armonía y reciben a los visitantes con hospitalidad, trato franco y la mano estrechada, para que se sientan cómodos y disfruten de la tranquilidad de la vida pueblerina.

En la zona se destaca la producción agrícola y ganadera y una importante cuenca lechera, si bien últimamente se registra un sostenido crecimiento de la avicultura y apicultura. La mano de obra se reparte asimismo entre varias industrias instaladas en las inmediaciones, como la metalúrgica Krenz, la elaboradora de quesos El Gastón, hojalatería Aguirre, fábrica de muebles Gayoli, talabarterí a La Flor y una sucursal de La Agrícola Regional.

Para fomentar la instalación de más emprendimientos, desde hace varios años el municipio local exime de impuestos a quienes deseen instalarse y producir en la zona.

Mientras los adultos se dedican al arduo trabajo, los niños crecen en un ambiente sano, incentivados a practicar actividades físicas. Para ello cuentan con el polideportivo municipal General San Martín, en donde funciona la escuela de deportes Polo Santa Cruz, a la que asisten niños desde los tres años en adelante. También hay un equipo de fútbol para veteranos. Allí no sólo se puede practicar gratuitamente fútbol, vóley, tenis, básquet o bien entrenar en cualquiera de los dos natatorios existentes sino que los turistas tienen un espacio para acampar a la sombra de la vasta arboleda del lugar, en donde hay un quincho y varias churrasqueras.

Educación. En materia educativa, la localidad cuenta con dos escuelas: la Félix Frías (nivel inicial y EGB 1 y 2) y la Escuela de Comercio Sabá Z. Hernández (EGB 3, media y polimodal). También funcionan varios centros de capacitación laboral y alfabetización de adultos y talleres municipales de restauración de muebles, pintura, plástica, teatro infantil y para adolescentes, tango, iniciación coral y música instrumental.

Entre los cultores locales se destacan artesanos, grupos musicales y ballets folclóricos y poetas, como el ex intendente y profesor de literatura José Angel María Zuázaga y la recordada escritora Mabel Franco.

La fe religiosa de los pobladores se reparte entre el culto católico, evangelista y adventista y en todo el ejido hay cuatro iglesias: Nuestra Señora de la Merced, Evangélica del Río de la Plata, Adventista del Séptimo Día y Evangélica Bautista.

Entre Victoria y Nogoyá. Esta cuna de inmigrantes alemanes, italianos, árabes, judíos, criollos y rusos floreció en la década de 1880, cuando se habilitó el ramal Paraná-Nogoyá del Ferrocarril Central Entrerriano. A la altura del kilómetro 102 de dicho tramo se ubicó la estación Sabá Zacarías Hernández, en cuya margen oeste, dentro del distrito rural Quebrachitos, perteneciente al departamento Victoria, se diagramó la trama urbana. Más tarde el poblado se extendió sobre terrenos situados al este de la dársena, en jurisdicción de Nogoyá.

Mediante la sanción de dos decretos provinciales en 1961 y 1971 se aprobó el ejido con sus límites y su íntegra dependencia del distrito Algarrobitos, en territorio nogoyaense.

Aún perduran apellidos ilustres de los primeros pobladores que se asentaron en el lugar para trabajar la tierra: Bernachea, Ferrando, Belluzzo, Bentancour, Clivio, Medvescigh, Schmutz, Serra, Vaccaretti, Widmer, Gayoli y Spadillero, entre otros.

Fiestas populares. Además de los tradicionales corsos en febrero, Hernández celebra su aniversario el 17 de marzo con un festival de jineteada y folclore organizado por la agrupación Los Dragones.

En septiembre, se realiza la fiesta patronal de Nuestra Señora de la Merced y en noviembre se lleva a cabo una demostración de los números folclóricos que se presentaron ese mes en la Fiesta del Gurí Entrerriano, en Bovril.

En diciembre se inaugura la temporada de pileta en el polideportivo con un desfile de modas, disciplinas deportivas y expresiones artísticas, entre otros atractivos.


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Un monumento recuerda a Teresita Serra, una estudiante desaparecida.

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