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 sábado, 31 de marzo de 2007  
Opinión: "La vuelta a un antiguo y real placer"

Marcelo Meninchetti / Escenario

El tiempo pasa pero hay amores, como el que despertó la aparición de la historieta, que se mantienen inalterables entre quienes crecieron con ellas entre sus manos. El mundo del espectáculo es un fiel reflejo del gran impacto que el peyorativamente denominado "arte menor" causó sobre el público. El filme "300", sucedáneo de la historieta de Frank Miller, confirma esta aseveración como antes lo hicieron otros, como "Superman", "Batman", "Flash Gordon" y todos los producidos por la usina Disney, además de la reciente "Sin City", hija de la pluma del mismo Miller. "300" relata una batalla que es paradigma del valor y la inteligencia aunados para dar pelea a la abrumadora cantidad y fuerza del ejército invasor del persa Jerjes. Aquel encuentro en Las Termópilas (las puertas calientes con que se aludía a las aguas termales de la zona), epopeya de 300 hoplitas que integraban la guardia personal de Leónidas y quedó grabada en la memoria de los miles de lectores de la novela gráfica (historieta dicho en criollo) de Frank Miller. El éxito de ese trabajo de 1988 se tradujo en varios premios Eisner (en el mundo de la historieta equivalen al Oscar de Hollywood) y fue largamente comentado por su "ritmo cinematográfico", tema tan discutible que remite a la paradoja del huevo y la gallina. ¿No se parecerán las películas a una historieta? ¿Los "story boards" con los que los directores planifican gráficamente sus filmes no son una especie de historieta? Aquellos que denominaron a la historieta como el "noveno arte" no contaron con esta revisión del género hecha por el cine. Para quienes adquirieron el hábito de la lectura iniciándose con la historieta, estos "éxitos" aplastantes en el siglo de la tecnología tiene el sabor de una silenciosa reivindicación. La vuelta a un antiguo y real placer compensa las horas de sueño perdidas en noches sin televisión, cuando la mera imaginación de cada lector ponía movimiento y sonido a las mudas estampas de la aventura.
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