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 domingo, 11 de marzo de 2007  
[Lecturas]
Apto para todo público
Divulgación. "Sexo, drogas y biología (y un poco de rock and roll)", de Diego Golombek. Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 2006, 136 páginas, $15

Stella Maris Brunetto

Para los que todavía suponen que los científicos son esa subespecie aséptica, de gesto adusto, que se desplaza con soltura en ambientes llenos de libros, probetas o aparatos complicados, casi asexuados, este libro les dará la posibilidad de replantearse esa imagen mientras se desayunan de unos cuantos tópicos más cercanos al impulso vital, al amor, al sexo. “Sexo, drogas y biología ( y un poco de rock and roll)” es la nueva entrega de la serie Ciencia que ladra..., que continúa derrochando sapiencia con los condimentos necesarios para que todo el mundo, haya o no transitado las distintas disciplinas que aborda, disfrute en grande y conozca más sobre cada tema.

Desde el titulo, se adivina la intención del autor ( también responsable de toda la obra) que no es otra que desplegar las múltiples variantes de la sexualidad de muchos seres vivos, las formas y métodos que tienen (tenemos) para conectarnos con otros de la misma especie, no siempre con el bíblico mandato de ”creced y multiplicáos”.

En el recorrido abundan las citas literarias, el humor, las investigaciones variadas en torno al tema y un lenguaje llano y coloquial, apartado por completo de los acartonados academicismos. Tal vez las palabras de Jacques Prévert que Golombek elige para abrir la obra —“y no sabemos qué es el día/ Y no sabemos qué es el amor”— sirvan para entender, una vez transitado todo el texto, que las respuestas son pocas, los interrogantes muchos y, sobre todo, la gracia del tema, además de lo conocido por todos, reside en que sigue siendo un camino que ofrece sorpresas según cómo se quiera hacerlo.

Los títulos elegidos para cada apartado han sido agudamente encontrados con indudables referencias literarias. Así, “Bestiario”, nos remite a nuestro Julio Cortázar y “El amor en los tiempos de la ciencia” a Gabriel García Márquez. Aquellos para los que dos sexos son lo único aceptable, encontrarán aquí que las diferencias de género son casi accidentes o bromas de la naturaleza. Que mantenerse en el género es una aventura cotidiana en cada especie y que los bichos, una vez investigados en su entorno o en el laboratorio, pueden dar muchas sorpresas. Hermafroditismo, poligamia, fidelidad y transexualismo se van perfilando a medida que avanza la obra con una clara intención de demoler tabúes y mitos sobre el sexo.

En el último capítulo, “Toda belleza alguna vez declina”, se develan las claves de lo que se reconoce como individuos lindos o feos y que, más allá de la moda o las exigencias de mercado, está emparentado con la salud y la fertilidad.

La simetría del rostro, las medidas de caderas en las mujeres o el diseño de los mentones en los hombres, definen el mayor o menor atractivo de cada ejemplar. Y, por más que los fabricantes de perfumes se empeñen en producir aromas y fragancias atractivos para varones o mujeres, a la larga, la seducción la definirá el olor más o menos penetrante de una camiseta transpirada y la etapa del ciclo hormonal por la que transite el/la que la huele.

Con una excelente bibliografía para ampliar el tema, con comentarios que exceden el campo meramente científico, el libro resulta un hallazgo para abrir el debate sobre el amor, el sexo, los genes y las cuestiones de género.




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