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 domingo, 11 de marzo de 2007  
"El gremialismo argentino enfrenta un dilema histórico"
El sociólogo plantea las dudas de la dirigencia gremial para sumarse al proyecto kirchnerista

Jorge Kaplán / La Capital

"Creo que en octubre va a nacer un fenómeno que lo podemos llamar como sindicalismo con ideario K", vaticina el sociólogo Julio Godio, uno de los mentores en temas laborales del presidente Néstor Kirchner. El director del Instituto del Mundo del Trabajo mantuvo en Rosario una reunión con dirigentes gremiales de la CGT local, en el marco de conversaciones a través de las cuales el kirchnerismo busca lograr la adhesión de las estructuras gremiales al proceso político liderado por el presidente, que es definido por Godio como una "revolución desde arriba". En un extenso diálogo con este diario, Godio analiza la situación inédita que está viviendo el país y plantea el "dilema histórico" al que se enfrenta el sindicalismo en la Argentina.

-¿Cuál es el lugar que están teniendo los sindicatos en este proceso de Kirchner? ¿No es contradictorio mantener el respaldo a Hugo Moyano tras el escándalo de San Vicente?

-Es muy interesante lo que está pasando. Yo vine a hablar en la CGT, ¿pero por qué?; yo no soy peronista. Los sindicatos no iban a cambiar ni por la demanda de la CTA de libertad sindical, ni por el griterío de la clase media desde hace 30 años para acá. Los sindicatos son estructuras clave del sistema capitalista, muy sólidas. Pueden estar asociados a un partido pero tienen una naturaleza espontáneamente autónoma. Son muy viejos y fuertes, ya desde antes del peronismo. La gran mutación fue en el 45, apareció el peronismo que expresaba una nueva época, nacionalismo, industrialización, restablecimiento del rol del Estado; y empalmó con esa estructura que tenía sindicatos anarquistas, socialistas, sindicalistas. No se dividieron en favor o en contra, se pasaron todos, fue un pasaje de la estructura.

-¿Cree que este proceso puede darse nuevamente?

-Creo que si a Kirchner le va bien, estamos bajo formas originales entrando a un proceso parecido a esa gran mutación. Pero, acotada, fundamentalmente porque estos sindicatos han hecho un proceso de consolidación muy grande, porque tampoco estamos en presencia de un proceso de industrialización lineal y masivo como en el 45. Creo que en octubre va a nacer un fenómeno que lo podemos llamar como "sindicalismo con ideario K". Se va a empalmar una cosa nueva que no serán las 62 Organizaciones sino alguna forma de organización político-sindical que exprese este sindicalismo con ideario K.

-¿Qué harán los gordos?

-Probablemente tengamos, y más si Roberto Lavagna es candidato, un comportamiento de los llamados gordos pragmático, nunca van a entregar el alma a Kirchner, tienen sus dudas, son sabios en muchas cosas, pero van a operar entre K y Lavagna. Esa debería ser la estructura de la CGT que tiene que resolver ahora Moyano. A Moyano se le plantea el problema, no puede ser impune, como fue lo de San Vicente.

-¿Kirchner no tuvo más remedio que hablar con la CGT?

-Desde 2004 se restableció la negociación colectiva. La sociedad lo quería y la propia clase media lo vio positivo. Al jugar ese papel ahí comienzan la relación con Kirchner, de tipo institucional, ahí están los gordos, están todos. Tenemos un proceso objetivo de negociación, aparece también el mundo empresario, y hay una demostración: el sindicato que acompaña el proceso de Kirchner logra relegitimizarse. Fíjese que hacen las demandas ordenaditos, y hasta hay un promedio, ahora va a ser el 15%.

-¿Cómo toman los sindicalistas los planteos del kirchnerismo?

-Cuando habla con los sindicalistas, todos están de acuerdo. Los trabajadores votan a Kirchner, los cuadros medios sindicales también. Pero al mismo tiempo hay un grado de incertidumbre. Me dicen: sí, todo muy lindo, ¿pero dónde voy a a estar yo? Al no tener claridad todavía del proceso de revolución desde arriba, lo miran a uno como diciendo "esto es lo que está planteando el gobierno, pero yo no tengo garantías de que si me muevo en esta dirección voy a tener la posición que antes tuve en las 62". Hay un grado de desconfianza y es natural ante una construcción tan compleja. Una gran parte siente que el PJ es otra cosa a la transversalidad, muchos de ellos lo viven como un drama, tienen un gran temor de quedar dentro de un proyecto para destruir el peronismo.

-Están en un dilema...

-Están ante un dilema histórico.
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Para Godio, el proceso kirchnerista es "una revolución desde arriba".

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