La sombra de la mafia sobre el negocio de los súper chinos

En los últimos días recrudecieron las agresiones a orientales que iban a abrir locales

Leo Graciarena / La Capital

Los ataques verbales o armados entre comerciantes chinos parecen no cesar. En los últimos 10 días se registraron 4 nuevos casos que colocaron la mirada sobre la actividad de los supermercadistas orientales y las organizaciones delictivas que los acosan. "Nadie va hablar oficialmente de mafia china en Rosario. Pero es como con las brujas. No existen pero...", deslizó un investigador. Lo cierto es que tanto la policía como la Justicia investigan las conexiones entre todos los incidentes. Incluso, un integrante de la Cámara de Autoservicios y Supermercados de Residentes Chinos fue mencionado en la agresión a un comerciante de ese país baleado días atrás en Rioja al 2100.

En el plano de las certezas los aprietes existen y responden a códigos entre ciudadanos chinos. Los que extorsionan tienen bien claro la fecha de inauguración del local de su connacional. "Aquí los chinos todavía le tienen respeto a la policía. No se meten con los criollos. Pero no hay que perder esa ventaja", explicó un investigador que trabaja las últimas denuncias.


El crimen
Gao Sheng Feng es un ícono ineludible a la hora de visualizar la historia del desembarco de supermercadistas chinos acrecentado tras la crisis de 2001 Gao fue hallado muerto el 19 de julio de 2005 en Gutiérrez y las vías del Acceso Sur Lo dejaron maniatado con cinta de embalar atado como un chancho Antes de matarlo le cortaron una oreja y le provocaron lesiones con un estilete Después lo hicieron arrodillar y le pegaron dos disparos en la nuca Lo mataron unos sicarios a los que los paisanos reconocen como axxion explicó un investigador Gao quien fue sepultado recién el mes pasado en el cementerio La Piedad ya que nadie reclamó su cuerpo había llegado de Capital Federal con la idea de instalar un súper en barrio Godoy De hecho ya había alquilado un local También conocido como Leo para los pesquisas era un recaudador de impuestos que desobedeció órdenes o se quedó con un vuelto

Tras esa muerte se sucedieron al menos una decena de denuncias y violentos incidentes en las que están involucrados ciudadanos chinos. Al revisar los archivos de las crónicas de esos episodios queda claro que los aprietes existen y que se trata de hechos puntuales dirigidos a quienes invierten en supermercados. "Es una cadena que comienza con una advertencia en la cual se ofrece un número de teléfono para contactarse con el recaudador", confió un vocero. Al respecto, vale aclarar que en el ataque del 3 de marzo en Rioja al 2100, los atacantes escribieron un número telefónico en una pared tras balear al titular del comercio a inaugurarse. "Tras ello los matones pasan a cobrar el canon de protección, y si la respuesta es negativa, se llega al apriete", dicen los pesquisas.

"Lo que hacen los chinos es lo mismo que hacen otras colectividades cuando son fuertes en un lugar. El que llega tiene que pagar al que ya está. Es como que le venden una influencia, la tengan o no. La mafia italiana ya lo hacía en Estados Unidos cuando al que llegaba le cobraban un canon para poder insertarse", dijo un pesquisa.

Las extorsiones se ven facilitadas porque los que están saben que sus connacionales llegan con dinero fresco que les dio su gobierno para promover la emigración y la creación de trabajo entre connacionales.


Códigos
En otro orden los pesquisas aseguran que cuando se trabaja en estos hechos hay que lidiar con el idioma Y recuerdan que los chinos en su país tienen más de mil dialectos y cuando se identifica el que usa la víctima hay que confiar que el traductor te diga la verdad y no esté ligado a la mafia

Los tres últimos incidentes registrados en la ciudad se dieron en locales que se preparaban para inaugurar. Para la policía, eso es una clara muestra de que el que aprieta sabe con precisión cuando se va a abrir un negocio. Y, en ese sentido, recordaron que en el episodio de Rioja al 2100 balearon al comerciante por negarse a pagar un canon de 30 mil dólares para levantar las persianas.


Competencia
Desde ese último ataque la policía puso en la mira a un súper ubicado a tres cuadras del lugar en San Luis y Alvear que es propiedad de Lin Beini miembro de la mesa directiva de la delegación rosarina de la Cámara de Autoservicios y Supermercados de Residentes Chinos Los familiares del herido lo acusaron verbalmente por la agresión

Fue el mismo Beini quien denunció ante la Justicia en febrero de 2006 la presencia de una mafia china en Rosario. "Tengo problemas con personas que tienen un grupo mafioso. Son chinos y piden dinero para que hagamos negocios tranquilos", reveló en la comisaría 2ª. El hombre contó que los extorsionadores le pedían 20 mil pesos al año a cambio de tranquilidad. "Me llaman y dicen que me van a matar a mí o a mi familia. Este grupo se encuentra parando en un hotel o algo así. Tengo miedo por lo que me va a pasar a mi", refirió. Tras la denuncia, el inmigrante estuvo ausente del país al menos cuatro meses y recientemente regresó a la ciudad.

Un hecho parecido ocurrió la semana pasada en Empalme Graneros. La policía llegó a un local de Juan José Paso al 5500 buscando a un ciudadano oriental acusado de amenazas contra otro chino que estaba acondicionando un galpón de Paso al 5100 para abrir otro súper. Ese hombre no estaba pero fue apresada una pareja y en su poder se halló un revólver calibre 32, un dato que se repite cada vez que hay detenciones de gente de la comunidad: todos están armados.

Gao Yeng Feng fue asesinado en julio de 2005. Iba a abrir un supermercado.