Año CXXXVII Nº 49398
La Ciudad
Política
Economía
La Región
El Mundo
Información Gral
Opinión
Escenario
Policiales
Cartas de lectores
Mundo digital



suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 25/02
Mujer 25/02
Economía 25/02
Señales 25/02
Educación 24/02
Autos 28/12
Estilo 16/12

contacto
servicios
Institucional



 jueves, 01 de marzo de 2007  
Asesinaron a tiros a un repartidor de gaseosas para robarle 200 pesos

Andrés Abramowski / La Capital

Un repartidor de gaseosas de 19 años fue asesinado ayer a la tarde por un ladrón que huyó con un botín de 200 pesos en Pasco y Avellaneda. El delincuente intentó primero escapar en bicicleta, pero un compañero de la víctima le arrojó un cajón con botellas vacías. Sin embargo, el maleante abandonó el rodado y, revólver en mano, huyó a la carrera hacia una villa cercana, donde anoche lo buscaba la policía.

Eran cerca de las 18.30 cuando Carlos Martín Pérez terminaba una jornada más de trabajo a bordo de un camión de reparto de Coca Cola junto con el chofer, su tío Juan Carlos Pérez, de 30 años, y César Romero, de 26. Pasco al 4000 era el final del recorrido ya que "es una zona más tranquila que otras, a las que los proveedores van temprano".


Paradoja
Esa explicación de Antonio dueño de un cíber y una granja de la cuadra se transformó dramáticamente en una sangrienta paradoja Precisamente en su negocio habían terminado los repartidores de descargar botellas y cobrar 200 pesos El comerciante no podía terminar de entender lo sucedido segundos después de despedir a los laburantes con las bromas habituales y meterse en el cíber

Al parecer, el que primero enfiló hacia el camión estacionado fue Carlos. Pero antes de cruzar de vereda se topó con un muchacho en una bicicleta que estaba junto a un árbol. Primero le hizo unas señas y luego extrajo un arma. Ayer nadie podía asegurar si el laburante se resistió, ni tampoco si él llevaba el dinero. Lo cierto es que el ladrón no le dio tiempo a nada y le disparó al menos dos veces.

Los otros dos trabajadores alcanzaron a guarecerse de los tiros y mientras el delincuente escapaba pedaleando por Pasco hacia el oeste Romero tomó un cajón con botellas vacías y se lo arrojó. "El tipo se cayó de la bicicleta y lo fui a buscar, pero se levantó y me tiró a matar. Después lo corrimos por Avellaneda, trataron de pararlo, pero él seguía tirando", relató el muchacho que trabajaba con la víctima.

Al principio, los compañeros de Carlos no sabían la gravedad de sus heridas. El chico había alcanzado a entrar en una casa de la cuadra para pedir ayuda. Justo en la puerta quedó tendido, desangrándose. Algunos vecinos, entonces, cuestionaron "la demora de la ambulancia".


La pista
Media hora después del asalto los familiares de Carlos comenzaron a llegar a la cuadra que ya estaba cercada por la policía y en la que se aglutinaban unos 200 vecinos También habían arribado muchos uniformados de diversas reparticiones encabezados por el subjefe de la Unidad Regional II Daniel Pool

Casi en la esquina de Pasco y Avellaneda, sobre la calzada, estaba tirada la bicicleta de paseo violeta con canasto que el delincuente había abandonado. Fue descripto como muy joven, tal vez menor de edad, y vestía remera blanca y jeans azules. Lo último que se sabía de él era que había corrido por el bulevar hacia el sur y por Ituzaingó hacia el oeste para perderse en una villa cercana. Al cierre de esta edición no había sido hallado.


Dolor
El cadáver de Carlos tendido sobre la puerta de una casa y con la cabeza tapada con un plástico negro era una síntesis de lo absurda que puede ser la vida Agrupados en torno al chico los familiares y allegados lloraban a más no poder Y si en algún momento cesaban las lágrimas bastaba con la llegada de alguien más para renovar los llantos

Si se la quisiera interpretar con palabras, la congoja reinante en la cuadra era básicamente indescriptible. Sin embargo, había una sensación flotando en el ambiente que podía distinguirse más allá de la conmoción y sus obviedades: Carlos Martín Pérez era querido por mucha gente.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
El cuerpo de Carlos Pérez quedó tendido frente a la puerta de la casa en la que ingresó para pedir ayuda.

Notas Relacionadas
Caso Posadas

Balearon a un distribuidor de tortas



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados