Río sigue convulsionada pese al control policial

Bandas del narcotráfico reanudaron sus ataques contra blancos policiales. La cifra de muertos subió a 24

Río de Janeiro. - Nuevos atentados contra la policía se registraron ayer en Río de Janeiro, donde al menos 24 personas murieron desde el jueves por la ola de violencia atribuida al crimen organizado, mientras informes de inteligencia prevén una reacción de fuerzas parapoliciales enfrentadas con la mafia carioca. Diversos barrios de Río de Janeiro, patrulleros y comisarías volvieron a ser blancos desde la madrugada de ayer de ataques atribuidos al crimen organizado en la capital turística de Brasil, que comenzaron el jueves y costó hasta el momento 24 muertes, aunque los datos oficiales revelan 18, según informaron las agencias Ansa y DPA.

Autoridades de Seguridad de Río habían asegurado el viernes que la ola de violencia se había terminado, pero los nuevos episodios obligaron al mismo presidente Luiz Inacio Lula Da Silva a reiterar la ayuda del gobierno federal para contener la crisis en la antigua capital brasileña. "Nosotros no vamos y no queremos entrometernos en la situación del Estado. Lo que podemos hacer y estamos haciendo, es ofrecer lo que el gobierno puede ofrecer a nivel de inteligencia, de seguridad", dijo Lula.


Arsenal pesado
Pese al intenso patrullaje dispuesto por el comando de la policía militar, la comisaría de Bangú, en la zona oeste de la cuidad, fue ametrallada y atacada con una granada por varios delincuentes desde un vehículo, ataque repelido por los efectivos en el lugar, donde hirieron a un mendigo.

En el barrio Nova Iguazú, varios hombres armados detuvieron e incendiaron un colectivo, aunque no se registraron víctimas. Un ataque similar contra otro ómnibus, perpetrado el jueves, había provocado la muerte inmediata de siete pasajeros, mientras que ayer ese episodio se cobró la octava víctima, que permanecía internada con 75% de su cuerpo quemado.

En la favela de Muquico, en el norte de la ciudad, cinco hombres sospechosos de ser narcotraficantes murieron en supuesto enfrentamiento con policías militares, que incautaron en el lugar granadas, fusiles, pistolas y drogas.

Las favelas Parque Alegría, Nova Holanda, y Cidade de Deus también fueron escenario de persecusiones y entre los criminales y la policía, episodios que no dejaron víctimas, que tampoco se registraron durante los disparos que efectuó un grupo de hombres en las proximidades del centro comercial Shopping Carioca, en el norte de la ciudad.

Un informe de la Subsecretaría de Inteligencia de Río, citado ayer por la prensa local, reveló que miembros de grupos parapoliciales "se preparan" para "reaccionar" a la ola de violencia de la mafia carioca. De acuerdo con el informe esta eventual reacción "confirma" que los ataques que se producen desde el jueves son una respuesta del crimen organizado al supuesto accionar de las milicias parapoliciales en 92 de las 700 favelas para expulsar a los narcotraficantes y controlar estos barrios marginados.

Sin embargo, las autoridades descartaron esta versión sobre el origen de los ataques, y el secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, Roberto Precioso, la calificó como "una imbecilidad".