La cultura ganó espacios y dejó a la ciudad bien parada

Rosario ya se ha ganado, en el país y en el mundo, un lugar incuestionable por la calidad de sus producciones e instituciones culturales. Y hacia adentro, entre los propios rosarinos y quienes visitan la ciudad, esos bienes también se aprecian. Este año, por ejemplo, la Plaza Cívica, en la sede local de la Gobernación, se erigió como un nuevo lugar aglutinante para los jóvenes, con una programación de gran poder de convocatoria. Y por supuesto, los museos y centros culturales también generaron fuertes movidas. La reapertura del Museo de Ciencias Naturales Angel Gallardo, la inauguración del Museo Diario La Capital, la designación de Chiqui González al frente de la Secretaría de la Secretaría de Cultura municipal y el desembarco de la Facultad Libre de Rosario fueron algunos de los jalones más destacados del 2006.

Cualquier racconto de las actividades puede resultar injusto si no se tiene en cuenta que no existe un solo público, ni es homogéneo el consumo cultural. Y, muchas veces, la calidad de las propuestas no coincide con su masividad.

Aun así, el poder de convocatoria se erige como un valor en sí mismo, sobre todo cuando el acceso a los bienes simbólicos es tan inequitativo como cualquier otro. Por eso fue importante la intensidad de actividades en la Plaza Cívica -talleres, recitales, puestas, exposiciones, festejos-, que dio un protagonismo inédito en Rosario a la Secretaría de Cultura de la provincia, por años ausente en el abanico de propuestas.

También la llegada de Chiqui González dio aires nuevos a la gestión cultural del municipio, con la promesa de centrarse en la franja de edad de "cero a veinticinco". El Congresito de la Educación, en la Isla de los Inventos, fue una de las tantas muestras del compromiso con ese sector.

La Semana del Arte -una propuesta conjunta, por segundo año consecutivo, del Museo de Arte Contemporáneo y el Castagnino-, la programación sostenida y atrayente en todos los museos y centros culturales de la ciudad, la apertura del Museo del Diario La Capital con inauguraciones y actividades de fuerte convocatoria, marcaron otros pasos importantes en materia cultural. Y la Facultad Libre, con seminarios a cargo de reconocidos intelectuales argentinos, logró sumar a más de 1.600 alumnos. Una prueba de que la demanda y la oferta cultural no encuentran techo en Rosario.