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 domingo, 11 de junio de 2006  
Efemérides
Un 11 de junio

Guillermo Zinni / La Capital

1954: Muere José Luis Roncallo, un maestro del tango y rosarino por adopción
El pianista, director y compositor José Luis Roncallo nació el 5 de octubre de 1875 en el barrio de Montserrat, en Buenos Aires. Su padre, genovés, era socio de la firma Rinaldi-Roncallo, fabricantes de pianos a manija, pianolas y organitos, y José Luis lo secundó desde muy pequeño en el piano, el contrabajo y el armonio. Ambos compaginaban los cilindros de bronce cuyo mecanismo marcaba el compás de valses, mazurcas y posteriormente tangos, labor que exigía amplios conocimientos musicales. Los pianos a manija, por su parte, matizaban las funciones de las pequeñas salas cinematográficas de aquella época, y eran utilizados además en locales de baile. Esos cilindros eran distribuidos por José Luis tanto en la Capital como en el interior, incluida Rosario, por lo que su contacto con la ciudad data de entonces. Fue ahijado y discípulo musical de don Santo Discépolo, padre de Armando y Enrique Santos, y cumplió sus primeras armas en teatros de zarzuela y sainete criollo. A los 17 años presentó su primera orquesta clásica mientras incursionaba en los ambientes tangueros. Se casó con Ernesta Sarcone, con la que tuvo siete hijos, y en 1904 fue contratado por un empresario rosarino como orquestador de un elenco de zarzuelas. Aquí residió durante los 50 años que le restaron de vida y llevó a la partitura agregándole armonía el tango "Nueve de Julio", de José Luis Padula, el que se erigió en un clásico inolvidable. Tiempo antes había escrito la partitura original de "El choclo" -pues Angel Villoldo era un creador intuitivo, no sabía música- y fue el que lo estrenó el 3 de noviembre de 1903 en el restaurante "El Americano", de Buenos Aires. Hacia 1926 dirigió en el Savoy Hotel de Rosario un conjunto clásico formado por mujeres -eran diez ejecutantes aproximadamente-, en lo que fue una de sus últimas presentaciones, pues en 1929 lo afectó una parálisis casi total y sólo podía accionar la mano derecha. Postrado, aunque mentalmente lúcido, transcurrieron así casi veinticinco años de su vida. Murió el 11 de junio de 1954 y sus restos fueron inhumados en el cementerio La Piedad. Fue un verdadero maestro y poseía profundos conocimientos musicales. Entre los tangos que compuso se encuentran "El purrete", "El rosarino", "La cachiporra", "Ni fósforos", "No crea, rubio", "Te pasaste", "Che, sacámele el molde", "La cuerda floja", "Cuá cuá", etcétera.

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