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 domingo, 11 de junio de 2006  
Viajeros del tiempo
Rosario 1900-1905

A lavarse las medias. Una señora de Viena sufría fuertes dolores y paralización parcial en los pies y piernas, y habiendo consultado con un facultativo se pudo constatar que sus medias de seda estaban teñidas con colores que contenían hasta un 25 por ciento de clorito de estaño, el cual se había comunicado a la sangre por medio de los poros. La paciente pasó ocho meses sin poder caminar. El informe de los químicos agrega que conviene no usar medias de seda sin haberlas lavado ligeramente con agua caliente.

Por un Concejo digno. No queremos hacer la cuenta de las pocas reuniones celebradas por el Concejo Deliberante municipal ni de lo breves que fueron; baste con decir que no se han dejado sentir los efectos de esa corporación en la ciudad, ni para bien ni para mal. Nos duele esa apatía, esa indolencia que desacredita a ese organismo y en perjuicio del vecindario. El régimen municipal necesita vigorizarse y para ello es necesario en primer lugar que no se acepten en esos cargos a quienes por sus ocupaciones o intereses no pueden desempeñar esas funciones sin hacerse violencia. El Rosario necesita un Concejo activo, que esté en relación con las energías de nuestra vida ciudadana. Hay muchos problemas que resolver y para ello es preciso que el Concejo se deje de estar en eterno receso y se muestre digno de la ciudad que lo eligió.

Pompeya y Herculano. En la bajada al puerto por calle Laprida el viandante se hace la ilusión de circular por las ciudades de Pompeya y Herculano, pues en ella crece la yerba, las piedras están volteadas como por una erupción volcánica y para hacer más real el parecido la gente se abstiene de pasar por ella, como temiendo hallar con la planta de sus pies un lugar consagrado al abandono más original. Esperemos que esta calle no continúe en el mismo estado por los siglos de los siglos.

Un empleo codiciado. Habiendo pasado a mejor vida el jefe de giros de la Aduana, quien gozaba de un sueldo de 150 pesos por mes, se multiplicaron los aspirantes a vivir de tal renta. Por las salas del ministerio de Hacienda desfilaron decenas de embriones de literatos y poetas, y un mar de personas con diversos títulos. Pero todo esto fue en vano, ya que el ministro ha resuelto nombrar sólo a quien acredite idoneidad y previo examen.

Apuntes urbanos:
-Algunos vecinos de la calle Córdoba se quejan de que el basurero se niega a recoger latas de aceite o kerosene llenas de desperdicios, lo que nos extraña mucho, pues tan basura es una como la otra.
-Las empresas de tranvías deberían poner urgente para el servicio nocturno coches cerrados, porque de lo contrario los resfríos van a ponerse a la orden del día.
-En el teatro La Comedia los asientos están muy juntos para aprovechar lo más posible el local, pero sería conveniente que se los separara un poco, aunque más no sea por higiene, ya que no todos los contactos son saludables.

Investigación y realización Guillermo Zinni ©
Ver La Capital de 1901, 1902 y 1904.



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