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 domingo, 11 de junio de 2006  
Tanques, armas y bananos en los juegos de guerra venezolanos
Soldados y civiles preparan la defensa ante una eventual invasión estadounidense denunciada por Chávez

Patrick Markey

La Guaira, Venezuela. - El caos de un conflicto armado estremeció a una empobrecida zona portuaria de Venezuela esta semana, mientras tropas y residentes practicaban resistencia ante una potencial invasión que el presidente Hugo Chávez dice está planeando la Casa Blanca. Falsos agresores extranjeros rodaban ruidosos tanques Engesa por las adyacencias de viejas casas en ruinas cerca de la costa caribeña, para ser recibidos por una emboscada de combatientes de la "resistencia" que lanzaron una descarga de disparos y explosiones que hicieron eco a lo largo de todo el vecindario.

Soldados haciendo el papel de rebeldes se armaron con rifles y un lanzacohetes se escabulló entre las casas en ruinas. Tanques, algunos con banderas piratas, inundaron de disparos el lugar. Diez minutos más tarde había acabado la simulación de asalto. "Estamos creando la doctrina para que las tropas y los civiles tengan un mejor entrenamiento para una invasión o cualquier cosa", dijo el teniente de la armada, José Pinto, quien vestía una camisa del equipo de baloncesto de Los Toros de Chicago y llevaba una granada en su cinturón.

Chávez ha ordenado a militares y reservistas civiles prepararse para enfrentar una guerra "asimétrica" de guerrillas contra fuerzas de EEUU, que asegura está intentando controlar las extensas reservas de petróleo de Venezuela.

Este año, el mandatario venezolano adquirió nuevos fusiles y helicópteros de ataque rusos y está estudiando la posibilidad de comprar aviones de ese país, después que funcionarios de EEUU prohibieran la venta de componentes estadounidenses para los F-16, lo que complicó aún más las relaciones entre Caracas y Washington.

Desde que fue electo en 1998 Chávez se ha distanciado de EEUU. Terminó la cooperación militar con Washington y este año expulsó a un agregado naval norteamericano tras acusarlo de espionaje.

Washington ha calificado a Chávez, un aliado del gobierno comunista de Cuba, de ser una amenaza para la estabilidad de la región. Funcionarios estadounidense han desestimado sus denuncias de una supuesta invasión como una queja sin fundamentos de un líder autoritario que trata de conseguir seguidores antes de las elecciones de diciembre.


Fosas y mensajeros motorizados
Chávez, quien sobrevivió a un golpe en 2002, mantiene su popularidad al gastar miles de millones de dólares procedentes de la venta del petróleo en salud y educación para los sectores más pobres de la población, como parte de su revolución socialista.

En las barriadas ubicadas en los cerros de La Guaira, frente al mar Caribe, las preparaciones esta semana para una supuesta invasión parecían más bien una película de James Bond. Para almacenar alimentos y armas fue cavado un túnel inspirado en los combatientes del Vietcong. Las tropas mostraron a periodistas como guardarían alimentos y armas en un cementerio, y ocultaron fusiles entre las estatuas de la virgen María justo cuando se realizaba un ceremonia religiosa.

En otro lugar, un vigilante en una moto practicaba cómo alertar a un comité de defensa sobre un ataque dejando mensajes ocultos en una bolsa de bananos. Otros recibieron una clave secreta desde un quiosco que vendía pasteles de queso. "Hay que estar preparado para la guerra cuando estamos en paz", dijo Freddy Amaya, un miembro del comité de defensa local.

Pero en La Guaira, donde murieron miles de personas por el deslave de 1999 que barrió numerosos sectores y en donde todavía están en pie muchas de las casas en ruinas como testimonio de la tragedia, no todos estaban complacidos de los juegos de guerra. "No me gusta nada de eso, mi nieto está asustado", dijo Matilda Aveu, una inmigrante portuguesa, quien observaba los tanques que se pararon en las afuera de su casa horas después del simulacro de emboscada. "Tengo 40 años en Venezuela y nunca he visto nada como esto, me da miedo". (Reuters)
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La resistencia venezolana recibe con fusiles a los "agresores".


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