Yo creo: "No entiendo por qué se están riendo"

José L. Cavazza / escenario

El nuevo álbum de Neil Diamond, "12 Song", llegó para demostrarnos que el tipo es algo más que aquellas viejas canciones edulcoradas -como "Sweet Caroline" o "Red, Red Wine"- tan especiales para borracho de karaoke (¿quién no se acordó de Neil en "Perdidos en Tokio" cuando Bill Murray tomaba el micrófono?). Algo así como más de 30 años sin escuchar un disco del hombre, aunque, en realidad, nunca había escuchado hasta hoy un disco completo de Diamond. Ahora bien: estamos viendo su perfil a lo Charles Aznavour y su gesto de superestrella aburguesada, y entonces parece que el tiempo no pasó, por lo que no me animaría abrir el disco frente a un amigo de aquellos años. Pero escuchar sus 12 nuevas y perfectas canciones fue un placer lejos de la culpa. La voz grave del crooner, la imagen algo blandengue del pasado hecha polvo y, en síntesis, un disco desnudo. Quizá por eso nos gusta tanto este CD: el tipo aquel siempre tan sobrecargado de cuerdas y arreglos melosos, que nos daba pudor escucharlo en el único tocadisco del barrio, hoy renace con un compac desnudo y oscuro (una viola acústica y algunos acordes en el Hammond) y un extraño tono confesional, quiero decir, el tono a lo Leonard Cohen pero con la enorme capacidad compositiva de Diamond. Pero en este renacimiento hubo un segundo hombre, el mismo que rescató del olvido en los 90 a Johnny Cash: Rick Rubin, uno de los productores del momento, famoso por su trabajo con Beastie Boys, Red Hot Chili Peppers y AC/DC. Y claro que cabe la pregunta: ¿qué tiene que ver el bueno de Neil con un salvaje del mundo metalero y del hip hop? Muchos creyeron que el hombre iba a terminar haciendo un álbum a dúo con Ozzy Osbourne, cuando en realidad retomó el sonido de las canciones iniciales, como "Kentucky Woman", "Cherry, Cherry" o "You'll be a Woman Soon", tema que versionado por Urge Overkill fue incluido en la banda sonora de "Tiempos violentos" de Quentin

Tarantino, el primero en rescatar a Neil en el túnel del tiempo. El nuevo disco del hombrecito de mocasines, camisa impecable y cabellos teñidos, es maravilloso. Y no entiendo por qué se están riendo.