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 domingo, 09 de abril de 2006  
Un policía grave al tirotearse con tres ladrones
Es un bombero zapador. Lo asaltaron cuando iba a trabajar y alcanzó a herir a un delincuente

Un suboficial principal de la policía provincial, que trabaja como bombero zapador, cayó gravemente herido al resistirse a un asalto, pero a la vez alcanzó a disparar sobre uno de los ladrones, que también quedó lesionado. El efectivo fue intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades debido a las lesiones causadas por una perdigonada y su estado de salud era reservado, ya que recibía asistencia mecánica para respirar. El delincuente, en tanto, fue llevado al Hospital de Emergencia por dos familiares horas después donde quedó internado bajo custodia policial. Seis personas fueron detenidas en la seccional 19ª, entre ellas podría estar uno de los asaltantes. Anoche fue detenido un menor como principal implicado.

Carlos Almada, de 53 años de edad y 32 de servicio, integra el plantel de Bomberos Zapadores de la Unidad Regional II. Estaba a punto de jubilarse. Antenoche salió de su casa de Garay al 5200, de barrio Triángulo, para dirigirse hacia su puesto en un operativo de control urbano. A dos cuadras de allí, en Garay y Felipe Moré, el policía fue interceptado por al menos tres ladrones. Según fuentes policiales, dos estaban armados con un revólver y una escopeta.

"El empleado fue asaltado cuando iba a trabajar. Estaba de civil, llevaba un bolso con algunas prendas y su arma reglamentaria, calzada en la cintura. Según testigos, tres hombres jóvenes se acercaron y lo apretaron cuando esperaba el colectivo. Entonces, Almada extrajo su arma e intentó resistirse, pero el que tenía la escopeta le disparó primero. Así y todo, el policía alcanzó a gatillar e hirió a uno de los asaltantes", indicó una fuente de la seccional 19ª, en cuya jurisdicción ocurrió el hecho.

El vocero indicó que el policía recibió una perdigonada disparada desde corta distancia que le impactó en el abdomen. El delincuente, que luego fue identificado como Daniel Quintana, de 19 años, también fue impactado con un plomo en la misma zona del cuerpo, pero llegó a correr unos metros para pedir ayuda. De acuerdo a la versión suministrada por la policía, el joven fue auxiliado por un cuñado que lo cargó en una moto y lo llevó hasta el Heca.

Almada fue asistido por una patrulla del Comando Radioeléctrico que lo condujo hasta el Centro de Emergencias Rosario (CER), de Alvear al 800, donde llegó muy grave. Tenía afectada toda la zona abdominal por varios perdigones que le dieron de lleno. Por eso debieron operarlo a las 2 de la madrugada. La intervención duró cerca de dos horas, pero no habría llegado a buen puerto, porque ayer a media tarde el policía volvió a cirugía.

Zulema Pescheux, la esposa de Almada, contó a La Capital en su humilde casa de barrio Triángulo que Carlos estaba grave y que la intervención de ayer era fundamental. "La primera tuvieron que suspenderla por los riesgos de infección", contó reja de por medio. Con los rasgos propios de haber pasado toda la noche en pie, la mujer contó que Carlos "siempre fue bombero". Según sus dichos, lleva 32 años en la fuerza de seguridad.

"Hace rato que está en condiciones de jubilarse, pero no sé porque no lo pasan a retiro. Además de trabajar en el cuartel central de Bomberos Zapadores hace servicios adicionales en el Banco Francés y participa en operativos de tránsito. Está poco o nunca en casa. Ningún vecino tiene algo malo que decir de él", dijo Zulema, quien está junto a Carlos desde hace más de 30 años.

Con respecto a los autores del atraco, fuentes policiales indicaron que seis personas permanecían detenidas en la seccional 19ª acusadas de tener algún grado de participación. Los sospechosos fueron detenidos en una casa donde había estado minutos antes Quintana, el delincuente baleado. Según la policía allí se secuestraron cartuchos de escopeta calibre 16 y un revólver calibre 22.

Anoche a las 21.20 efectivos de la Brigada de Homicidios arrestaron a un chico de 16 años en una vivienda de Valparaiso al 3200, al que le imputan una participación directa en el incidente.
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