Sofovich fue sobreseído por su gestión en ATC

Sin embargo, tres directivos que lo secundaron quedaron procesados por fraude

El productor Gerardo Sofovich fue sobreseído de la causa abierta por supuesta administración fraudulenta durante su gestión al frente de Argentina Televisora Color (ATC, canal 7), pero tres directivos que lo acompañaron quedaron procesados, ya que entre 1992 y 1995 el canal estatal perdió 47 millones de pesos y quedó en un estado financiero "calamitoso".

Así lo advirtió el juez Norberto Oyarbide, a cargo de la investigación, quien firmó una resolución de medio centenar de páginas en donde dictó el sobreseimiento de Sofovich, por considerar que el delito por el que se lo investigaba prescribió, dijeron ayer fuentes judiciales.

No obstante, en sus considerandos el juez Oyarbide subrayó que sólo entre fines de marzo y diciembre de 1992, tiempo en que duró la gestión de Sofovich, ATC perdió 8 millones de pesos.

Oyarbide advirtió que el caso del canal "constituye un ejemplo paradigmático de cómo se manejó la sociedad durante aquellos tiempos", ya que la empresa estatal se convirtió en "un desorden administrativo y financiero colosal, gracias al resultado de emprendimientos empresariales espúreos y altamente perjudiciales".

El procesamiento por administración fraudulenta, sin prisión preventiva, recayó sobre tres directivos que acompañaron a Sofovich en su gestión, quienes siguieron en esos puestos hasta 1995, a raíz de lo cual el delito investigado no prescribió para ellos, según entendió el juez Oyarbide.

Los procesados fueron el ex secretario privado de Carlos Menem, Héctor Fernández, y sus ex colegas de directorio en ATC, Enrique Alvarez y Raúl Rico.

Todos fueron responsabilizados en esta instancia de haber perjudicado al estado en 47 millones de pesos a través de su gestión en ATC y se les trabó embargos por 15 millones de pesos a cada uno.

La resolución incluye además el procesamiento para tres empresarios vinculados a las firmas Internacional Merchandising, Merchandising Consultants y Prodomo, a las que se adjudicaron los derechos de comercialización de los espacios de publicidad y televisión de los Juegos Panamericanos que se realizaron en marzo de 1995 en Mar del Plata.

El juez Oyarbide consideró "patético" el manejo que se hizo de aquella cobertura, al subrayar que se gastaron fortunas en un equipamiento que luego no se usó y se guardó en depósitos.

En su declaración, Sofovich reconoció que participó de la coordinación de aquellos juegos desde ATC porque se trató de un "pedido de honor" que le hizo su amigo y ex presidente Carlos Menem, aunque él ya no integraba el directorio de ATC.

Una auditoría oficial que obra en la causa detalla que la cobertura de aquellos juegos no sólo fue "un negocio fallido", sino que fue "otro producto más de la administración del canal, que junto con la participación de personas del sector privado, causaron un gran perjuicio económico a la empresa".


"Desorden colosal"
Para Oyarbide, en ATC hubo "un desorden administrativo y financiero colosal y gracias al resultado de emprendimientos empresariales espúreos y altamente perjudiciales, se llegó a un calamitoso estado económico financiero que la obligó a presentarse en concurso de acreedores para su saneamiento, apenas tres años después que comenzara a funcionar". (DyN)