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 domingo, 07 de agosto de 2005  
Reestatizar, ¿sí o no?

Lo acontecido en materia económica en Argentina en los años 90 ha sido y es duramente criticado, muchas veces con razón. Para algunos todo lo hecho fue negativo y en consecuencia debe ser dejado sin efecto. En una apreciación pendular, si las privatizaciones de los servicios públicos fueron hechas en esa década deben ser dejadas sin efecto sin excepción. Pero ello se debe evidentemente a la muy mala memoria de los argentinos y, en nuestro caso, de los rosarinos. ¿No recuerdan acaso que el servicio de agua corriente de la Dipos era lamentable? No había presión de agua en el centro y en los barrios era necesario en el verano acumular agua durante la noche porque durante el día las canillas estaban secas; en numerosos casos hubo que construir cisternas en planta baja y elevar el agua con una bomba eléctrica. ¿No recuerdan que no se podía conseguir un teléfono durante años (hubo casos de más de 30 años de espera)? Sí los instalaban con intervención de un político o “incentivando” a algún funcionario. Es más, los departamentos o casas que tenían teléfono valían mucho más. Si las empresas privatizadas no cumplieron con los contratos de concesión se debe no sólo a su culpa, sino a la falta de control de los entes creados a tal fin integrados por políticos incompetentes y venales. ¿Y no saben observar lo que pasa con la Epe? ¿No saben que los rosarinos pagamos la energía eléctrica tres y hasta cuatro veces más que en Capital Federal donde el servicio lo prestan empresas privatizadas? ¿Ignoran que estas tarifas están fijadas en base a la presión de sindicatos y políticos demagogos que se aprovechan del resto de la población, ya que sus empleados y obreros tienen sueldos mucho más elevados que el resto de la administración provincial, que no pagan la luz ni ellos ni muchos de sus familiares y cuando se jubilan perciben una “gratificación” de 18 sueldos, que un capataz de cuadrilla de calle cobra una jubilación cercana a los $4.000? Si no somos capaces de contestar tales interrogantes y si nuestros políticos y legisladores no actúan en consecuencia, no nos quejemos luego de la decadencia argentina.

Rodolfo Belmonte

DNI 10.574.604


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