Estrabismo: Más que un ojo desviado

Es una causa de consulta oftalmológica más frecuente en la infancia

Si a un niño se le desvía el ojo para adentro o para afuera seguramente recibirá comentarios o bromas al respecto. Más allá de solucionar la cuestión estética, hay que saber que la desviación de un ojo es un signo de alarma a tener en cuenta. En muchos casos se trata del primer síntoma que denuncia una catarata, toxoplasmosis congénita, tumores cerebrales, u otras patologías.

La oftalmóloga Josefina Cena explicó a La Capital que "el estrabismo siempre es señal de que el niño está viendo mal, por lo tanto es un signo de alarma. Por eso es importante la consulta precoz porque de esta forma se pueden evitar pérdidas de visión con compromiso de vida".

El estrabismo es una patología frecuente en la infancia y representa más de la tercera parte de las consultas oftalmológicas en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela, y en los centros pediátricos privados. Existen dos grandes grupos: los esenciales, con antecedentes hereditarios y formas menos graves, y el de los estrabismos secundarios a patologías oculares (cataratas, malformaciones congénitas, infecciones intrauterinas, tumores) o neurológicas. "Una de la forma más común de presentación de tumores malignos oculares en la infancia es el estrabismo", puntualizó Cena.

Otro de los grupos más afectados son la población de niños prematuros, quienes presentan la dificultad con más frecuencia que los niños nacidos a término.

También los adultos pueden desarrollar algunas formas menos frecuentes de estrabismos esenciales, o secundarios a problemas vasculares, neurológicos o endocrinológicos (distiroidismo)


Entre los dos y los cinco años
En general el estrabismo es una enfermedad que comienza en la infancia, aunque también puede darse en adultos como consecuencia de un accidente cerebrovascular, traumatismos, o meningitis.

Puede surgir en el primer año de vida, pero lo más común es que aparezca entre los 2 y los 5 años. Cuando es así genera la dificultad para enfocar la imagen. Esta alteración generalmente se detecta cuando comienzan la escolaridad, lo que les dificulta el aprendizaje de la lectura y la escritura.

"Lo primero que tratamos es el problema visual -señaló Cena-, luego se mejora la cuestión cosmética". La optimización visual se puede hacer a través de parches, lentes o gotas. Luego se hace la corrección estética del estrabismo con lentes, ejercicios ortópticos o cirugías. En algunos casos hasta se pueden utilizar prismas o toxina botulínica. Si bien lo visual es lo más importante, el mejoramiento estético influye favorablemente en la vida de relación.


Cuando la causa es grave
Dado que el estrabismo puede delatar la presencia de un tumor ocular maligno o del sistema nervioso central, es importante concurrir a la consulta para tratarlos a tiempo. "Vemos muchos chicos con estrabismo secundarios causados por infecciones parasitarias transmitidas por los gatos (toxoplasmosis), o por los perros (toxocariasis), ya que estos contaminan con sus heces los areneros de las plazas, que luego los niños se llevan a la boca. Si el parásito se aloja en el ojo puede llevar a una pérdida visual grave e irreversible", explicó la especialista.

En todos los casos resulta fundamental la observación de los padres y de los docentes porque los niños raramente se quejan de algún dolor y apenas si advierten la desviación del ojo. Previa consulta con el pediatra de cabecera se debe realizar luego la visita a un oftalmólogo. "El oculista realizará un examen completo para descartar aquellas causas que comprometan la visión o la vida del paciente y luego indicará el tratamiento a seguir", explicó Cena.

El estrabismo tiene causas hereditarias.