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| jueves,
12 de
mayo de
2005 |
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Charlas en el Café del Bajo
-Bueno, según parece hay un enfrentamiento entre el senador Carlos Alberto Reutemann y el gobernador Jorge Obeid.
-Estoy en condiciones de decirle que no existe tal enfrentamiento, puede haber cierto distanciamiento de Reutemann con este gobierno.
-Pero según la crónica periodística, tiene su génesis en el trato que el mandatario santafesino dio a Aguas Provinciales.
-Pero nade en aguas profundas, mi amigo. A mí me parece que limitar la cuestión al tema Aguas es muy exiguo y además inocente. Creo que con justa razón Reutemann podría estar enfadado por una cuestionable gestión de Obeid que, como tantas veces lo hemos dicho aquí, puede ostentar muy pocas cosas y entre ellas la buena actuación de un ministro que, de paso recordémoslo, es del riñón de Reutemann: Alberto Hammerly. Decir, por ejemplo, como sostienen algunos peronistas, que Reutemann no presentó listas de candidatos a concejal en Santa Fe y Rosario porque está enojado por cómo trató el obeidismo el caso de Aguas me parece que es vender un paquete sin contenido. No se han presentado candidatos a concejal por otra cuestión.
-¿Cuál?
-Varias, en realidad, entre ellas el no querer participar en una estructura mediocre y el disconformismo con una ley electoral que hace agua. Pero no sé si Reutemann hizo bien al adoptar esta actitud de no presentar candidatos.
-A eso iba. Para mí ese ha sido un error. Y me parece que a Reutemann en ese aspecto le han asesorado o le han cargado las fichas equivocadas, como suele decirse vulgarmente. Incluso me llama la atención que el senador le preste tanta atención al tema Aguas. Porque convengamos en una cosa amigo: a la ciudadanía la verdad poco le importa quién prestará el servicio, lo único que quiere es un buen servicio y con costos aceptables. A mí me parece que con todo esto se despierta un monstruo que no existe. Sí existe, desde luego, una tortuga gigante, pesada e inútil: el gobierno provincial, y tiene toda la razón el legislador en posicionarse en tal sentido.
-Por eso le recalco una vez más: descarte el tema Aguas. Ese argumento parece inventado por un peronista al servicio de la oposición.
-¡Epa! ¿No me diga que los hay?
-Déjelo ahí. Mire, yo soy un ignorante de la política tal como se la conoce en nuestro país, ¡afortunadamente! Pero no soy un ignorante de la política tal como la quisiera el pueblo y en virtud de ello diré que la medida adoptada por Reutemann de no presentar candidatos, especialmente para una ciudad como Rosario es cuanto menos llamativa.
-¿Por qué?
-Primero porque en este caso no se toma en cuenta que la comunidad hubiera deseado un candidato reutemista habida cuenta de que esta corriente es lo mejor que puede ofrecer el justicialismo santafesino. No cualquier candidato, naturalmente, pero se ha privado a la ciudadanía de una lista que satisficiera sus necesidades electorales y, la verdad sea dicha, se han favorecido las aspiraciones dentro del justicialismo de gente escasamente conocida por la comunidad y menos conocidos aún sus proyectos. Aunque algunos, por conocidos, mejor perderlos que encontrarlos.
-¡Para bien del socialismo! Pero hay algunos rescatables.
-El reutemismo rosarino, por omisión, ha contribuido a esto y cualquier fundamento que se alce para sostener el abstencionismo en un estado de derecho es cuestionable.
-Además, y precisamente Candi, si hay una forma de terminar con lo que se estima mediocre es participando en las elecciones con candidatos propios y ganando espacios. ¿O no es así?
-Sí, pero ven las cosas con ojos de políticos, cuando debieran empezar a verlas con ojos de ciudadanos. Hay una gran diferencia en esa mirada. A Reutemann deberían haberle sugerido participar y hacerlo con gente honesta, talentosa y en lo posible no contaminada con la política tradicional para no ofrecer más de lo mismo. Pero se eligió la abstención. No me parece prudente. Pero es mi opinión, que puede ser equivocada, es cierto.
Candi II
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"Resistir al delito y a la corrupción en la Argentina es heroico"
Felipe Pigna
historiador
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