Canallas, de regreso

Era tanto el apuro que tenían los jugadores de Central por subirse al micro y emprender el dulce regreso a casa, que ayer apenas terminaron de cumplir con la rutina de recorrer los 6 kilómetros del circuito La Maratón de La Cumbre la mayoría se bañó y empezó a preguntar a qué hora venía el ómnibus. Mientras que una minoría, entre los que se encontraban el boliviano Raldes, el Colo Fassi y un par de juveniles, optaron por ducharse en unos minutos y dar el paseo de despedida por el centro cumbreño para comprar los últimos regalos a sus familiares.

Como estaba pautado, a esos de las 11 el comedor del hotel La Viña ya estaba ocupado por la delegación y todo era un solo griterío de alegría. Los jugadores no almorzaron, directamente deglutieron el menú del día y enseguida enfilaron hacia sus habitaciones a retirar sus pertenencias para subirlas al micro. Casi todos bajaron de inmediato y a medida que dejaban la concentración fueron despidiéndose de los encargados del hotel, a quienes les obsequiaron algunos recuerdos. Otro de los que se quedó como algunos regalitos del grupo fue Pastelito, quien además compartió el último almuerzo con los jugadores y les prometió que el viernes de esta semana estará en Rosario para probar suerte en las inferiores del club.

Cuando las agujas del reloj marcaban las 12, el micro de Chevallier arrancó su marcha y se perdió en la ciudad en busca de la ruta con destino final hacia Rosario.

En tanto, el plantel canalla hoy tendrá jornada de descanso y recién volverá a entrenar mañana a las 17 en Palos Verdes.

Emanuel Villa asciende al micro.