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 miércoles, 19 de enero de 2005  
Sin ratro. Nada se sabe del matrimonio y sus 4 hijos que se esfumaron del campo donde vivían en enero de 2002
Marcha del silencio en Nogoyá por la misteriosa desaparición de una familia
Familiares y amigos pedirán al gobernador entrerriano Jorge Busti el esclarecimiento del oscuro caso

Lizi Domínguez / La Capital

Nogoyá.- La comisión de Derechos Humanos del grupo de Vecinos Autoconvocados de esta ciudad organizó para hoy, a las 20.30, una marcha de silencio en reclamo del esclarecimiento de la causa abierta hace tres años cuando una familia compuesta por seis integrantes desapareció misteriosamente de la estancia La Candelaria, ubicada en Crucesita Séptima en la zona rural de Nogoyá, dejando intactos sus efectos personales.

José Rubén Mencho Gil, de 56 años; su esposa Norma Margarita Gallegos, de 26, y sus hijos María Ofelia (12), Osvaldo José (9), Sofía Margarita (6), y Carlos Daniel de cuatro años fueron vistos por última vez el 14 de enero de 2002 por vecinos del lugar y por Alfonso Goette, dueño del mencionado establecimiento en donde Gil trabajaba como peón.

El día anterior la familia había asistido a un velatorio en la localidad entrerriana de Viale, ubicada a menos de 30 kilómetros de Crucesita Séptima -donde solía hacer sus compras-, y allí fue vista por la mayor parte de los testigos. Luego de varias semanas Otto Gil, hermano del desaparecido y que vive en Paraná intentó comunicarse telefónicamente con éste para invitarlo al festejo de su cumpleaños el 29 de marzo, aunque sin éxito. A los pocos días -ya transcurría abril- Goette viajó a la capital entrerriana para anunciarle personalmente que su hermano, cuñada y sobrinos se habían esfumado, si bien no había hecho denuncia policial alguna por el hecho.

Preocupada, el 3 de abril otra hermana de Mencho Gil de nombre Luisa Eva -que también reside en Paraná- ya había realizado una exposición en la comisaría de Viale donde dejó sentada la desaparición de la familia y un pedido de localización. Por otra parte -y sin haberse comunicado con los hermanos Gil- Adelia Gallegos, madre de Norma Margarita, que reside en Nogoyá, se presentó el 9 de abril ante la Jefatura Departamental de esta ciudad donde radicó una denuncia y también pidió que se localice a su hija y al resto del grupo familiar. "Esto es lo que originó el expediente y el trámite ante el juez de Instrucción de Nogoyá, Sebastián Gallino, y hasta el momento no hay imputado alguno en la causa", comunicó Elvio Garzón, representante legal de los familiares de José Gil.


Búsqueda
Garzón recordó que el dueño del establecimiento estimó en su declaración ante el juez de Nogoyá que la familia "se habría ido de visita a Elvecia -Santa Fe- donde vivía Aurelio, un hermano de Mencho que falleció el año pasado, pero cuando la policía de Santa Fe lo indagó, éste aseguró que hacía unos cuantos años que no los veía".

Para el abogado "es muy importante el testimonio de Goette por dos razones: porque al ser el patrón de Gil conocía muy bien sus movimientos y porque fue la última persona que los vio, por ello voy a pedir que se presente nuevamente a declarar". Según atestiguaron en tribunales algunos vecinos de la zona, Gil tendría una mala relación con su patrón, aunque hasta ahí llegan las explicaciones.

"Crucesita Séptima es un pueblito muy chico, todo el mundo se conoce y la gente de campo tiene miedo de decir todo lo que sabe", observó el profesional. Desde la representación legal "se hicieron todas las investigaciones posibles y nos hemos encontrado con cosas muy raras", afirmó Garzón. En ese sentido comentó que "ni bien asumió el actual gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, ordenó la creación de una comisión policial para investigar la desaparición de la familia Gil, la cual estuvo a cargo del ex jefe de Homicidios Carlos Catena. El funcionario de inmediato se interiorizó muy bien de lo sucedido y a partir de sus averiguaciones estuvo a punto de esclarecer el caso, pero de un día para otro lo sacaron y pusieron a la policía de Nogoyá al frente de la investigación".


Llamada a un celular
El profesional relató además que algunas de las últimas llamadas que se realizaron desde el celular de Mencho Gil datan del 13 de enero y según se averiguó se efectuaron a un teléfono "cuyo nombre y dirección pertenecían a una mujer domiciliada en Rosario, a quien intentamos localizar en seguida, pero no fue posible. Incluso según el Juzgado de Nogoyá, la policía la buscó pero los vecinos le dijeron que no vivía más en el lugar".

Otro dato llamativo lo aportó Jacinto Haller, empleado de una gomería que funciona en una estación de servicio del paraje La Picada -al norte de Entre Ríos-, quien relató haber visto en febrero de 2002 a una familia que se conducía en un auto Chevrolet color azul. "El gomero les preguntó hacia dónde se dirigían, y el jefe de la familia respondió que iban al santuario del Gauchito Gil en Corrientes. Fue entonces cuando el empleado hizo una broma al respecto y el hombre le habría contestado: Cuidado, que yo también soy de apellido Gil", comentó Garzón.

El abogado señaló que "el paso del tiempo nos juega en contra para esclarecer la causa, que insólitamente hasta el día de hoy está caratulada como Gallegos Norma Margarita y otros sobre averiguación de paradero. El juez desde un principio orienta la línea de investigación bajo la hipótesis de que la familia se habría ido a Santa Fe en busca de mejores oportunidades laborales, si bien existen elementos dentro del expediente y algunos datos que aún no han sido incorporados al mismo que dan cuenta de que esto no pudo haber sucedido bajo ningún punto de vista sino que sugieren que les sucedió algo malo".

Ni bien se hizo cargo de la representación de la familia Gil, el 27 de mayo de 2002 Garzón pidió a la Justicia la aplicación de una serie de medidas, entre ellas, un rastrillaje al campo de Goette "empleando todos los elementos de la policía para buscar palmo a palmo, pero el juez lo único que ordenó fue una inspección ocular del lugar y se sabe que, una vez concluido el procedimiento, los funcionarios policiales comieron un asado en La Candelaria", reveló el profesional.

"Recién el 10 de julio de 2003, a un año y medio de la desaparición de los Gil, Gallino declaró el hecho de interés provincial y al mes siguiente ordenó un rastrillaje exhaustivo en el campo en el que tanto él como la fiscal no estuvieron presentes", denunció.

Los Gil han sido buscados en Formosa, Corrientes y Santa Fe y el sondeo más intensivo se realizó a través de oficios emanados desde la Justicia nogoyaense a las áreas de Educación de cada una de estas provincias, con el fin de averiguar si los cuatro menores estaban inscriptos en algún establecimiento educativo, pero hasta el momento no ha habido resultados positivos.
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La familia fue vista por última vez en la estancia La Candelaria.

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