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 miércoles, 19 de enero de 2005  
Reestructuración. El embajador argentino en Roma culpó a Berlusconi de priorizar los pagos al FMI
La renegociación de la deuda desató un conflicto diplomático con Italia
Los bonistas de ese país reclaman una acción oficial contra la Argentina. Sigue el road show en Alemania

Las relaciones entre Argentina e Italia están en un "momento de crisis" por el rechazo de los bonistas de ese país a la oferta de reestructuración de deuda presentada por el gobierno de Néstor Kirchner. Así lo admitió el embajador argentino en Roma, Victorio Taccetti, quien el lunes fue convocado por la Cancillería italiana para recibir el rechazo formal del gobierno de Silvio Berlusconi a la propuesta de canje.

"Me citaron a la Cancillería para expresar la preocupación del gobierno italiano por la suerte de sus inversores", dijo Taccetti para explicar que esa gestión obedeció a la presión de las asociaciones de acreedores del país europeo. Tras reconocer que ambos países están pasando "un momento de crisis" en las relaciones bilaterales, el diplomático elevó el tono de la discusión al acusar a Berlusconi de votar a través de la representación italiana en el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que Argentina priorizara los pagos a ese organismo.

En ese sentido, recordó que "en el peor momento de la crisis, Argentina pagó 10 mil millones de dólares al FMI", y dijo que "si esos fondos se hubieran destinado a pagar a gente que tenía situaciones humanas más comprometidas, hoy la situación sería distinta". El gobierno italiano, "a través de sus representantes en el FMI, decidió darle prioridad al Fondo", enfatizó.

El funcionario también advirtió que si Italia decide presionar a la Argentina frenando proyectos de inversión en el país "habrá otros países que tomarán su lugar".

El marco de estas disputas diplomáticas es la presentación del canje de deuda en Italia, donde hay 450 mil personas que poseen títulos en default y se niegan a canjearlos por bonos que tendrán el 30% del valor original. El road show por el país más hostil al canje está encabezado por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, quien el lunes debió esquivar una marcha de bonistas en Roma. El funcionario seguirá con su presentación esta semana en Verona y Milán.

El secretario de Coordinación, Leonardo Madcur, y el subsecretario de Financiamiento, Sebastián Palla, siguieron ayer la presentación del canje en Munich, Alemania, luego de la primera parada que hicieron el lunes en Frankfurt. Si bien es una parada menos brava que la que le tocó a Nielsen, también en ese país hay un fuerte malestar por la oferta argentina.

En Japón, en tanto, donde el lanzamiento de la operación se demoró porque Argentina no lograba convencer a ningún banco para organizarla, hubo nuevos avances. Tras definir el lunes las tasas de interés de los bonos en yenes que Argentina ofrecerá en ese mercado, una fuente del gobierno dijo el martes en Tokio que esperan lanzar la operación en ese país en los próximos días, luego de que se superaran una serie de obstáculos legales.

Según fuentes del mercado, tras los primeros dos días de apertura, el canje tiene una aceptación de entre 20 y 25% gracias a la participación de los fondos de pensión argentinos y otros inversores institucionales y minoristas, locales y extranjeros.


Las apuestas
"No es plata de ellos y es muy fácil hacer negocios con la plata de los otros", se quejó el presidente de la Asociación de Ahorristas de la República Argentina (Aara), Carlos Baez Silva, quien descontó el rechazo de los bonistas. "Antes de que se lanzara el canje, el 95% de los bonistas que representamos dijo que iba a rechazar la oferta, de ellos unos van a juicio y otros van a esperar el nuevo canje", dijo.

El economista Pablo Rojo consideró que, aún cuando recoja una adhesión del 70%, el gobierno deberá realizar "aperturas parciales" en la propuesta del canje ya que "un 30% de acreedores descontentos, querellando, iniciando juicios por 20 mil millones de dólares, es un problema que hace pensar que no pueden quedar afuera de cualquier arreglo duradero".

En eso coincidió el presidente de IGA, la principal organización de acreedores alemanes, Stefan Engelsberger, quien consideró la propuesta de canje como "un nuevo acto de un deudor criminal".

La delegación argentina encabezada Madcur hizo su presentación ayer en Munich. En las discusiones participaron representantes del Hypo-Vereinsbank, el segundo banco privado más importante de Alemania y miembros de Abra (Argentine Bonds Restructuring Agency), que integran varias entidades crediticias europeas y que forma parte asimismo del Comité Global de Acreedores de Argentina. También dialogaron vía telefónica con inversores de Dinamarca y del Principado de Mónaco.

Pero la situación más complicada se plantea en Italia ya que los inversores de ese país comenzaron a pedir a su gobierno que haga algo para presionar al gobierno de Néstor Kirchner.

El líder del grupo de consumidores italianos Adusbef, Elio Lannutti, que se encontró con Nielsen el lunes, pidió a Italia que retire a su embajador en Buenos Aires en señal de protesta. Lannutti dijo que durante el encuentro le recordó al secretario de Finanzas los lazos históricos de amistad entre los dos países. El funcionario le respondió que él no lleva sangre italiana en sus venas. "En ese momento todos nos levantamos y nos fuimos", dijo Lannutti. En tanto, una fuente del Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró que "sigue de cerca" las distintas negociaciones que la Argentina lleva adelante en Europa con los tenedores de bonos en default. el vocero, no obstante, aclaró que "no se emitirán comentarios hasta que el proceso concluya".
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Al viceministro Nielsen le tocó jugar la partida más brava del road show.

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