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 miércoles, 19 de enero de 2005  
Chiqui González diseñará un megaplán para jóvenes excluidos

El intendente Miguel Lifschitz entró ayer a la conferencia de prensa con un cuaderno bajo el brazo y lo abrió en una página en la que de puño y letra escribió: "Jueves. Falta de oportunidades. Desprotección absoluta del Estado. Maltrato social. 11 jóvenes por día mueren en hechos de violencia. 35% de chicos de entre 15 y 24 años no estudia ni trabaja. 54% está bajo la línea de pobreza". Los machetes serían parte de uno de los anuncios que realizaría sólo minutos más tarde; un tema que según dijo le preocupa "y mucho": la situación de los jóvenes excluidos. En función de ello adelantó que lanzará a su regreso de las vacaciones un megaplán que será coordinado por Chiqui González, la directora de la Isla de los Inventos.

Según el intendente Lifschitz, tras la tragedia ocurrida el 30 de diciembre pasado en el boliche República de Cromañón, en Capital Federal, se puso en evidencia "la falta de controles y de alternativas para amplios sectores de la juventud, que no sólo viven el drama de la pobreza sino la falta de trabajo".

Para él, la idea de esta iniciativa es que se integren todas las acciones del municipio en materia cultural, deportivas y de acción social, y se involucre masivamente a los jóvenes en situación de pobreza. "Aprovecharemos para darle al tema una vuelta de tuerca: mayor impacto y escala", indicó.

Luego Lifschitz se explayó sobre la problemática pero ya hablando como padre de dos hijas de 17 y 16 años, un hijo de 14 y una nena de 11. "En situaciones críticas como la de Cromañón lo más fácil es echarle la culpa a los funcionarios quienes sin dudas tienen la mayor responsabilidad sobre los controles. Pero esto no anula otras responsabilidades sociales como la de los padres, la escuela y los medios de comunicación. Todos debemos velar por la seguridad de los chicos, y nosotros los padres debemos tener conocimiento de las actividades y lugares donde concurren nuestros hijos, y exigir como ciudadanos que los ámbitos de diversión a los que vayan sean seguros. Que quede claro, el Estado debe controlar, los padres educar y contener a los hijos".
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