Una mujer y su familia, víctimas de una saga de robos

Un grupo de delincuentes armados se llevó dos televisores, ropa y dinero de una casa de Villa G. Gálvez

Un mes y medio después de ser privada de la libertad junto con su ex pareja por una banda de encapuchados en un oscuro episodio, una mujer de Villa Gobernador Gálvez volvió a enfrentarse con la misma situación ayer a la madrugada. Un grupo de ladrones armados con revólveres y pistolas sorprendió a ella, a su hijo y a su actual concubino mientras dormían. Luego de atarlos de pies y manos, los delincuentes se apoderaron de dos televisores, dos celulares, algo de ropa y unos 170 pesos en efectivo.

El episodio de ayer y el ocurrido a fines de septiembre son investigados por la seccional 26ª de esa ciudad y tuvieron lugar o se iniciaron en el mismo sitio: una vivienda de Filippini y González García, en el barrio Coronel Aguirre. Allí vive Marta Echevarría junto a su hijo de 10 años y su concubino, cuyos datos no trascendieron. Los voceros consultados ayer coincidían en que ambos hechos tienen "ribetes oscuros" y no descartaban que tuvieran alguna vinculación. Además, en voz baja, sostenían que "aquí hay algo más que una seguidilla de robos a las mismas víctimas".

Uno de los datos que llamó la atención fue que el ingreso de los bandidos se produjo en horas de la madrugada, cuando los habitantes de la casa dormían, y no se forzaron cerraduras ni ventanas. Además, en los dos hechos irrumpieron grupos de 4 o 5 hampones, algo considerado como "desproporcionado" con relación a lo escaso del botín.

El atraco de ayer se produjo alrededor de la 1.30, cuando la pareja y el pibe dormían. Según comentó una fuente policial, los ladrones lograron entrar por la puerta de calle al parecer con una llave o ganzúa y fueron directamente hacia donde todos dormían. Eran de 4 a 5 hombres, que al parecer estaban con la cara descubierta. "Los redujeron y después se apoderaron de dos televisores, un par de celulares, juntaron algo de ropa y 170 pesos", confiaron los pesquisas.

Las víctimas, de acuerdo al vocero consultado, quedaron muy nerviosas y hasta ayer a la mañana no habían concurrido a la seccional a ampliar sus testimonios. "Hay una descripción parcial de los individuos, pero no hay que olvidar que las víctimas dormían y pudieron ver muy poco", comentó un investigador.


Los dos antecedentes
La misma casa de Marta fue escenario el 28 de septiembre pasado de un extraño doblete delictivo. En aquella oportunidad, según refirieron fuentes cercanas a la investigación, la mujer estaba en pareja con otro hombre, Justo Bejarán, un mecánico que tiene su taller a pocas cuadras de la vivienda, sobre calle Pellegrini al 1800.

Aquel día los delincuentes irrumpieron en la vivienda cuando la pareja y sus hijos dormían. Eran dos pibes de 9 y 14 años, el primero es hijo de la mujer y el segundo del hombre. A punta de pistola, Marta y Justo fueron obligados a ir hasta el taller del hombre, donde los delincuentes robaron herramientas y electrodomésticos, tras reducir a Damián, el hijo mayor del dueño.

Luego, y junto a la pareja, abordaron la camioneta Toyota Hilux del mecánico y huyeron. La pareja fue abandonada en una zona cercana al cementerio de Villa Gobernador Gálvez.

Ese episodio estuvo precedido por un asalto sufrido por los dos hijos de Bejarán. Ocurrió el 8 de septiembre cuando los chicos del mecánico, que viven con su madre, regresaban a su casa después de jugar al fútbol y fueron sorprendidos por un grupo de hampones.

Entonces, tres hombres armados redujeron a los dos hijos adolescentes de Bejarán y, tras cuatro horas en la vivienda, durante las cuales no se privaron de cenar, robaron valiosas herramientas del taller mecánico y huyeron en la camioneta de sus víctimas. El vehículo, otra vez, apareció abandonado en un descampado cercano al cementerio de Villa Gobernador Gálvez.