Colapso carcelario. Los jueces de Instrucción analizan los pasos a seguir

Mientras las comisarías están desbordadas, en Coronda y Las Flores sobran lugares

Lo refleja un informe de las direcciones de esas cárceles. En seccionales de Rosario ayer había 1.075 presos

La prueba de que el hacinamiento de presos es dispar en los distintos penales de la provincia llegó ayer al escritorio del juez que debe resolver un hábeas corpus en favor de todos los detenidos en comisarías de Rosario. Un informe pedido con celeridad a las autoridades de las cárceles de Las Flores y de Coronda señala que en esas dos penitenciarías hay espacios vacantes, cuando en los calabozos de seccionales llegaron a vivir, por ejemplo, 30 personas en un lugar para 3.

El informe fue solicitado por el juez de Instrucción Carlos Triglia directamente a las direcciones de las cárceles de Las Flores y de Coronda. El pedido fue formulado con carácter de urgencia: el magistrado pidió que en cuestión de horas le informaran vía fax la cantidad de plazas en uso y vacantes.

El juez descubrió así que existen lugares disponibles cuando en las comisarías de Rosario la situación de hacinamiento es extrema. A tal punto que ayer había 1.043 mayores y 52 menores en las distintas seccionales de la Unidad Regional II. Además detectó que "la situación discrepa con la información otorgada en su momento por el Servicio Penitenciario" provincial (SP). Su titular, Fernando Rosúa, declaró el 25 de octubre pasado en el juzgado. Explicó cómo se intenta responder a una orden judicial para restringir la población penal y formuló propuestas para paliar la situación.

Según el informe de la cárcel de Coronda, allí hay 150 personas menos que a fines del año pasado. En diciembre de 2003 convivían tras los muros del instituto modelo 1.523 internos. Ahora, son 1.445 los detenidos que aloja, a pesar de que se inauguraron nuevos pabellones y se habilitaron cien plazas del sector de visita íntima.

Además, según Triglia, en buena parte del penal se dispuso que resida un solo recluso por celda por razones de seguridad. Sin embargo, "no bajó el índice de criminalidad (interna), lo que indicaría que el origen de la violencia es otro. Obviamente que lo ideal es que todas las celdas sean individuales, pero mientras tanto hay lugares (comisarías) con siete veces más detenidos de lo que permite su capacidad".

En la cárcel de Las Flores, por otra parte, existen 33 vacantes en total. De acuerdo al detalle de esa penitenciaría, en casi todos los pabellones hay lugares ociosos. La llegada al juzgado de los documentos oficiales motivó ayer a la mañana una reunión entre los jueces de Instrucción que tienen recursos de hábeas corpus abiertos.

Entre ellos estaba el juez de Menores Juan Leandro Artigas, quien ya intimó dos veces al gobierno para que no haya adolescentes alojados en comisarías sino en institutos especializados. También se encontraba Luis María Caterina, quien un mes atrás le recordó al Estado que en las seccionales 12ª, 19ª y 20ª él mismo había impuesto topes que actualmente no se respetan. El plazo que el magistrado dio al Ejecutivo para normalizar la situación vence en los próximos días.

A partir de la respuesta que el gobierno dé a ese recurso se podrá evaluar que hará cuando Triglia resuelva el hábeas corpus más abarcativo que tiene en sus manos. Hasta ahora, durante los últimos cinco años los recursos judiciales dictados para limitar la población penal no se cumplieron. Tampoco se sancionó esa desobediencia. "Se viene produciendo una situación de subordinación del Poder Judicial al Ejecutivo en todos los hábeas corpus presentados anteriormente. El incumplimiento ya es lo natural, la regla y no la excepción", cuestionó Lilian Echegoy, de la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC). Esa entidad es la que presentó el recurso que debe resolver Triglia.

Echegoy coincidió en que la situación de Coronda y las comisarías son incomparables: "Por ley tendría que haber un solo detenido por celda. Lo cierto es que no se puede comparar la situación de hacinamiento de las comisarías con la de Coronda. El problema de Coronda es que es resultado de un proyecto errado: la construcción de muchos pabellones en una misma cárcel que hoy es incontrolable", dijo tras la reunión que mantuvo con el juez junto a otra integrante de la CTC, Carmen Maidagan.

Ayer en Coronda había 150 presos menos que a fines de 2003.