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 sábado, 26 de junio de 2004

A más de diez años de la aplicación de la ley federal proponen discutir sus resultados. También en la provincia debatir sobre el salario docente
Aseguran que la participación es clave para hacer frente a la crisis educativa
Un proyecto legislativo propone reunir a padres, maestros y alumnos en jornadas de debate

Basta con mencionar a la escuela para que todos comiencen a opinar sobre "lo mal que está". Esto quiere decir: falta de recursos, bajos salarios, chicos que van para "estar" más que para aprender, una evidente caída de la calidad de la enseñanza y la búsqueda de sentido a lo realizado en nombre de la ley federal de educación. Y a pesar de que este diagnóstico está bastante debatido, los cambios tardan en llegar. Ahora, entre otras propuestas, un proyecto de la diputada por el ARI y ex dirigente de la Ctera Marta Maffei propone la realización de cuatro jornadas simultáneas de debate en todo el país, para buscar consenso social y analizar salidas posibles para la crisis. Pero la ex dirigente de los maestros asegura que en esto es clave la participación de la comunidad educativa.

La propuesta de Marta Maffei presentada en estos días desde la comisión de Educación de la Cámara de Diputados es de autoría conjunta con el diputado Eduardo Macaluse. En líneas generales, los legisladores nacionales proponen la realización de cuatro jornadas a lo largo del año, en todas las escuelas del país, de manera simultánea, y con un objetivo común: generar consenso para el cambio.

Según considera Maffei, "por medio de un instrumento idóneo -que puede ser una guía, encuesta o documento de trabajo- se trabajará sobre diferentes ítems prioritarios a discutir". También señala que en este debate será indispensable (y hasta lo plantea como obligatorio) que participen los docentes, padres y, según la edad, los mismos alumnos.

El modo de participación a nivel escuela, el compromiso de los docentes de revalorizar el aspecto pedagógicos y de buscar la igualdad en mínimos procesos de aprendizajes son para Maffei algunos de los puntos para debatir en las jornadas propuestas.


Aprendizajes prioritarios
A fines de abril, los ministros de Educación reunidos en el Consejo Federal iniciaron la elaboración de una serie de "aprendizajes prioritarios". Según explicaron en esa oportunidad, ya no se trata de enumerar contenidos mínimos sino de lo que cualquier alumno del país debe saber por igual, en especial en lo relativo a la lengua, la matemática y las ciencias. Se comprometieron entonces a elaborar un documento con tales "aprendizajes" como una forma de saldar las desigualdades regionales a la hora de aprender.

La medida es considerada como alternativa para salvar las diferencias generadas con la aplicación de la ley federal de educación, que a esta altura plantea un mapa fragmentado del sistema educativo nacional.

"Esto de los aprendizajes prioritarios, la Ctera lo venía planteando desde 1995. La diferencia con el anuncio del Consejo Federal es que para nosotros no se trata de una cuestión teórica", afirma Maffei.

Para la legisladora, "es preciso acordar qué es prioritario que los chicos aprendan". Pero también saber que esto no es una cuestión de papeles y acuerdos en documentos. "Para lograr garantía de igualdad en estos aprendizajes necesarios y comunes es indispensable reconocer que esto depende de las condiciones de trabajo" en que se da la enseñanza.

De manera inmediata, Marta Maffei cita como ejemplo la ley sancionada este año para que todas las provincias garanticen un piso mínimo de 180 días de clases.

"Todos sabemos que esos 180 días no son iguales para todos los chicos. Porque quienes comen en la escuela en lugar de cuatro reciben tres horas de clases diarias, lo cual significa, al año, 45 días menos que cualquier otro alumno".

En consecuencia, para Maffei la enunciación de estos "aprendizajes prioritarios" debe ser acompañada de medidas que apunten a la dedicación pedagógica, a la profesionalización de los docentes, con más horas de clase, al apoyo que se requiere para trabajar en situaciones en que la violencia es cotidiana, entre otras medidas.

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