Denuncian al municipio cañadense por incendios en el nuevo basural

El propietario de un campo lindero, afectado por las llamas, acudió a la Justicia

Walter Gasparetti / La Capital

Cañada de Gómez.- Los constantes incendios en el nuevo basural y el corrimiento de las llamas a un campo lindero generaron hace unos días un fuerte reclamo del propietario del establecimiento, quien tuvo que acudir a los bomberos voluntarios para sofocar el fuego. Enrique Bernabei posee 28 hectáreas separadas por un alambrado de la cava municipal y presentó una denuncia penal alegando que el sitio elegido por las autoridades "no es el indicado para utilizarse como depósito de basura".

Los hechos le dan la razón. Si bien la denuncia se hizo cuando aún no se observaban posibles perjuicios, un incendio registrado días pasados terminó avalando con hechos la presentación. En rigor, se pudieron observar al menos dos manchones de pasto incendiado en la propiedad.

"Sembramos trigo hace días y en pocos meses cualquier chispa o resto incendiado que vuele hacia el terreno provocará un verdadero desastre", dijo preocupado el productor. Además, el humo no deja dormir a la familia encargada de la explotación.

Los incendios se producen por la combustión de la enorme cantidad de residuos orgánicos que alberga el basural, donde todas las tardes se observan unas cincuenta personas buscando elementos que les sean útiles. "Nosotros no provocamos los incendios porque no nos conviene. En aquel caso pudo haber volado alguna chispa de unos troncos quemados", comentó un recolector a este diario. Además, el intenso humo invade sectores urbanos cuando el viento proviene del sureste.

Bernabei hizo una constatación del problema a través de un escribano público, quien comprobó la presencia de un móvil de los bomberos voluntarios. "Según manifestó uno de quienes estaban trabajando, el incendio fue intencional y se propagó por la existencia de plásticos y aserrín", alega el documento elaborado por el escribano Eduardo Ferrero, que agrega: "Observamos una gran cantidad de bolsas de polietileno, además de un polvo blanco no identificable que se dispersa en el aire. Ese mismo bombero alegó que podría tratarse de teflón, una sustancia tóxica e inflamable".

Bernabei recordó que hace algunos años su padre padeció el incendio de un sembradío completo de trigo. "Tuvimos esa desgracia cuando no estaba el basural, imagínese ahora", comentó preocupado.

"La basura se prende fuego, es inevitable controlar", dijo por su parte el encargado del depósito de basura. Las autoridades habían prometido realizar un relleno sanitario, pero el procedimiento no se está haciendo como corresponde.

El municipio cañadense creyó que había resuelto parte del problema de la basura cuando halló, a unos dos kilómetros del casco urbano, una cava en un terreno ferroviario, e inmediatamente inició los trámites de expropiación ante la Legislatura provincial.

Asimismo retomó el plan de la división de la basura (orgánica e inorgánica) para reducir el sorprendente cúmulo de residuos domésticos.

En la cava se tiene que hacer un relleno sanitario que al municipio le cuesta mantener.