Gabriel Caballero triunfa en México

Seguramente cuando transitaba por las divisiones inferiores de Central Córdoba, Gabriel Caballero, no imaginaba que su nombre sería más conocido en el exterior que en su propia ciudad. El Gaby emigró a tierras extrañas allá por el •93, cuando se fue a Antofagasta de Chile, donde inició un camino, que once años después le permitió conseguir cuatro títulos, proclamarse dos veces goleador y además disputar el Mundial 2002 con la selección mexicana. Después de tantos años en el fútbol, Caballero reconoce que supo ganarse un nombre a base a entrega y sacrificio, y que la única cuenta que tiene pendiente es no haber jugado en primera división (lo hizo en Primera B Nacional, incluso vistió la casaca charrúa en aquella recordada final frente a Gimnasia y Tiro) en la Argentina.

-Cuando decidiste dejar el país, ¿creías que ibas a conseguir tantas cosas?

-La verdad es que cuando me ofrecieron ir a Chile solamente pensaba en progresar y en tener continuidad, porque eso era fundamental para conseguir cosas importantes. Por suerte me fue muy bien y cuando salí goleador (marcó 18 tantos) en el 95 fue un paso fundamental para mi transferencia al fútbol mexicano.

-Donde fuiste campeón casi de entrada.

-Cuando llegué a Santos Laguna en México comenzaron los torneos cortos (Apertura y Clausura) y en el segundo tuve la suerte de formar parte del plantel que consiguió el primer título para el club y además fui el goleador del campeonato -junto al Torpedo Lorenzo Sáez-, en un equipo que también tenía a José Miguel y Héctor Adomaitis.

-Después vino Pachuca.

-En Santos estuve dos temporadas más y después se concretó mi pase a Pachuca.

-¿Ahí te recibiste de ídolo porque le diste tres títulos?

-Desde el 98 hasta ahora prácticamente siempre jugué en Pachuca, con excepción de la temporada 2002-2003, cuando estuve en Atlas. Pero sin dudas fue en Pachuca donde conseguí las cosas más importantes porque integré tres planteles campeones (1999-2001 y 2003) y esto es muy importante para la gente y seguramente por eso se me identifica con el equipo.

-¿Tras tantos años en el exterior creés que tomaste la decisión correcta?

-Los sentimientos se entrecruzan. Deportivamente no tengo dudas de que hice lo correcto, conseguí muchas cosas y me gané el respeto de todas las hinchadas de los equipos en los que jugué, porque más allá de que haya tenido alguna mala tarde, todos saben que siempre di lo mejor de mí para defender la camiseta. Eso en México se valora mucho y los hinchas te lo hacen sentir cada vez que te cruzás con ellos. Después está la parte sentimental. En México se vive bien, no hay problemas de inseguridad y la gente es muy buena, pero uno siempre extraña a la familia, a los amigos, las costumbres, son muchas cosas para poner en la balanza.

-¿Qué le falta al fútbol mexicano?

-Hay muy buenos jugadores tal vez la está faltando mayor roce internacional, porque por lo general la selección juega casi siempre contra los mismos equipos y que en su mayoría son inferiores técnicamente. Además son muy pocos los jugadores que salen de México para jugar en otros ligas y es eso lo que no le permite a la selección llegar más lejos. Con relación a los clubes es muy bueno lo que mostraron en estos años en la Libertadores, donde dieron una clara muestra de que es un fútbol en franco crecimiento.

-¿Tu futuro sigue estando en México?

-Mi intención es seguir jugando allá y además estoy haciendo el curso de entrenador, pero en esta profesión nunca se sabe cuál es el futuro, porque cada vez que termina una temporada todo depende del técnico y también de alguna oferta que pueda aparecer.

El Gaby exhibe varias camisetas de los clubes para los que jugó.