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 domingo, 13 de junio de 2004

Pilar Rahola : "Hoy la que genera antisemitismo es la izquierda y no la extrema derecha"
La catalana hace una crítica implacable de la posición antiisraelí de su propio sector político

Pablo Díaz de Brito / La Capital

Periodista experimentada, enviada a zonas de conflicto como Medio Oriente y los Balcanes, ex diputada y vicealcaldesa de Barcelona por la agrupación Izquierda Republicana de Cataluña, defensora de los derechos de la mujer y de la infancia, Pilar Rahola debería, para redondear este perfil tan políticamente correcto, sumar su voz al coro de la izquierda europea cuando condena sin apelaciones a Israel y exime a los palestinos de cualquier crimen. Pero no: Rahola es una firme defensora de Israel, posición que ejerce sin renunciar a su identidad de izquierda. Al contrario, reclama a la izquierda europea que rompa su tradicional conformismo sobre el tema y mire de frente al renacido demonio antisemita, racionalizado por ella como antisionismo. Posición que la ha llevado a escribir artículos y dar conferencias en medio mundo y que esta semana la trajo a Rosario, invitada por la colectividad judía, para hablar sobre el fenómeno terrorista y cómo combatirlo sin traicionar los derechos y valores democráticos.

-En alguna de sus conferencias usted dice: fui expulsada del paraíso de la izquierda por no practicar el tiro al judío. ¿Cómo es su relación con la izquierda?

-Yo me considero una persona de izquierdas y sin duda soy vista como una persona de izquierdas en mi país. Pero en algunos aspectos de lo políticamente correcto de izquierdas no participo: por ejemplo, estoy en contra de un planteamiento totalitario de la izquierda, siempre combatí al stalinismo, nunca me gustó Fidel Castro, nunca me gustó Arafat. Y hoy en día en España, en Europa y creo, si me permite, también en Rosario, lo políticamente correcto en la izquierda es ser propalestino y antiisraelí. Y ser propalestino acrítico. Porque yo no soy antipalestina, no sólo creo que tienen derecho a un Estado sino que es legítima y moral esa lucha. Pero no hago el tiro al plato a Israel ni me equivoco en el tema del terrorismo palestino, y la izquierda sí.

-Hay un antisemitismo tradicional, de extrema derecha, que fue muy fuerte en Europa y también en Argentina y que ahora es algo circunscripto y marginal. Pero usted habla de otro fenómeno.

-Hoy por hoy, en la Europa actual, en la Argentina actual, el antisemitismo de extrema derecha no me preocupa, aunque por supuesto me ocupa. Hay que combatir a los Le Pen, a los Haider, pero este antisemitismo de ultraderecha tiene su techo, está acotado y no tiene influencia en las grandes corrientes de opinión. A mí lo que me preocupa es que el antisemitismo actual es de élites, de salón intelectual, se produce en las universidades, en el periodismo y la intelectualidad, es de izquierdas y no se reconoce como tal. Lo que genera más odio hoy en Europa contra los judíos no tiene que ver con la extrema derecha sino con la izquierda. Y además se produce en términos de solidaridad, una solidaridad distorsionada. Aquí tenemos un problema más serio del que teníamos hace cinco años. Esto se tipifica con, primero, una criminalización permanente de Israel. Es un país que, como todos, puede cometer errores importantes, pero está sometido a una guerra, a una violencia permanente desde hace más de 50 años, que nadie aguantaría en el mundo y mantiene a pesar de ello su democracia y de hecho es la única democracia en la región. Sin embargo, el mundo decide criminalizar a Israel y no a otros países. En la ONU hay más de cien resoluciones contra Israel pero no hay ninguna contra Sudán, país que lleva más de un millón de muertos en diez años de guerra integrista. Con niños con cadenas en los tobillos en las escuelas coránicas, con mutilación genital, etc. Pero la ONU nunca tuvo tiempo de hacer una resolución, una sola, contra Sudán. El antisemitismo comienza por la criminalización de Israel y va mucho más allá de la crítica legítima. Continúa por la minimización del terrorismo islámico y en particular del palestino. Esto se ve en el lenguaje periodístico: en España los de ETA son terroristas, los que matan en nombre de la causa palestina son milicianos, o resistentes, o "jóvenes abogadas que luchan por su pueblo", como la que se voló en la ciudad de Haifa en un restaurante. La imagen del conflicto es siempre: tanque israelí y niño palestino con piedra. Cuando la situación es mucho más compleja, con millones de dólares dedicados a crear ejércitos de terroristas, que defienden un planteo nihilista, que no están para nada de acuerdo en la creación del Estado de Palestina. Están, sí, a favor de la destrucción de Israel. He leído todos los textos fundacionales de Hamás: no se nombra en ningún lugar la creación de un Estado palestino pero más de 20 veces se habla de la destrucción de Israel.

-¿Cómo explica el financiamiento de la Unión Europea a los textos escolares de la Autoridad Palestina, con un increíble contenido de odio y antisemitismo?

-El eurodiputado socialista francés François Zimeray ha pedido tres veces la creación de una comisión investigadora de los fondos para la Autoridad Palestina. Por tres veces el Europarlamento ha impedido la creación de la comisión de control. Y el Parlamento europeo destina 330 millones de euros sólo para el sistema educativo palestino. Y no sabemos qué se hace con ese dinero. Hoy la Intifada es un negocio, hay gente, empezando por Arafat, que se ha hecho multimillonaria con la causa palestina y es evidente que no está a favor de la paz, pues se le acabaría el negocio. Hablamos de la herencia de la OLP, con los fondos millonarios de la KGB; de los miles de millones dados por los propios EEUU; de los fondos del Banco Mundial, que ha dado a cada palestino, per cápita, el doble de lo que dio el Plan Marshall a los europeos; hablamos de los fondos llamados "de caridad" que se canalizan por bancos de Kuala Lumpur y de los petrodólares. Y sin embargo hay hambre en Gaza: ¿cómo es posible? Hay que investigar todo esto, pero nadie quiere hacerlo para no incomodar a ningún país árabe.

-¿Cuál es su análisis del proceso que va del 11-M al 14-M? ¿Fue la de Zapatero una victoria envenenada por Al Qaeda?

-El éxito de Zapatero se debió a la mala gestión de la información en esos días por el PP. El PP no pierde por el atentado: el pueblo español no vota por Bin Laden, se moviliza en el voto contra el PP cuando llega a la conclusión que, con 200 muertos, se le ha mentido. Esa conclusión es la que cambia el voto.

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Pilar Rahola: "La ONU tiene cien resoluciones contra Israel y ni una contra Sudán".

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