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 domingo, 16 de mayo de 2004

La milicia shiíta sufrió fuertes bajas en combates con la coalición

Bagdad. - Al menos 44 milicianos shiítas y tres soldados estadounidenses murieron entre el viernes a la noche y la tarde de ayer en Irak. Los choques ocurrieron entre las tropas norteamericanas, apoyadas por las nuevas fuerzas de defensa iraquíes, sus aliados británicos y las milicias shiítas que responden al clérigo extremista Moqtada Al Sadr.

Cuatro rebeldes murieron ayer en combates en Kerbala, registrados cerca de los mausoleos sagrados de los imanes Hussein y Abbas, informó el vice comandante de operaciones de la coalición, el general estadounidense Mark Kimmit.

La vecina ciudad santa de Nayaf, donde Al Sadr se encuentra refugiado, amaneció en relativa calma ayer, un día después de que tropas norteamericanas ingresaran por primera vez con tanques al casco de la ciudad y mataran a 20 milicianos en duros combates. Enfrentamientos limitados se verificaron ayer también en Nayaf cuando insurgentes dispararon un proyectil de mortero contra un tanque estadounidense estacionado en una comisaría. El cohete erró el blanco y las tropas intercambiaron disparos con los milicianos. También hubo nuevos hostigamientos a la base italiana en Nassiriya, con un saldo de dos civiles muertos por explosiones. En la norteña Mosul, en tanto, civiles iraquíes que hacían fila para inscribirse en la nueva policía fueron blanco de un cohete antitanque. Al menos cuatro de ellos murieron.


Descontento shiíta con Al Sadr
El máximo jefe de la coalición en Irak, el general norteamericano Ricardo Sánchez, afirmó que las tropas están "comprometidas a respetar los lugares santos" de Nayaf y Kerbala y sólo buscan "dar un rápido desenlace" a los combates contra la milicia de Al Sadr. "Tenemos dos objetivos: debemos lograr que Al Sadr se someta a la Justicia iraquí y que disuelva su milicia. Es importante llevar estabilidad y seguridad a las ciudades santas", agregó Sánchez. Este objetivo es compartido por muchos habitantes de esas ciudades y líderes shiítas moderados, que han visto cómo el control de las milicias de Al Sadr hizo decaer la actividad religiosa y económica de esos centros. La semana pasada, habitantes de Nayaf protagonizaron una masiva manifestación contra el dominio del joven extremista.

Al Sadr se encuentra refugiado en un lugar secreto en Nayaf, donde resiste una orden de arresto por el presunto asesinato de un clérigo rival el año pasado. Sus milicias se alzaron en armas y combaten a la coalición desde principios de abril pasado y dominan gran parte de esa ciudad, Kerbala y Kufa.

Otros 21 rebeldes shiítas murieron entre el viernes y el sábado en el barrio shiíta de Sadr City de Bagdad, dijo el general Kimmit.

Asimismo, tropas británicas mataron a 16 milicianos del clérigo rebelde cuando estos atacaron un convoy militar que circulaba entre las sureñas ciudades de Amara y Basora, informó el Ministerio de Defensa británico en Londres.

Por su parte, el ejército estadounidense anunció ayer que tres de sus soldados murieron en ataques insurgentes en torno a Bagdad. Finalmente, al menos otros cuatro iraquíes fueron asesinados y 15 heridos en la norteña Mosul en un atentado insurgente con cohetes contra un centro de reclutamiento del ejército iraquí, frente al cual formaban fila numerosos civiles.

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