Ozonoterapia, una solución química para hernias de dico

La aplicación de una inyección de ozono ofrece una opción de tratamiento mínimamente invasiva a quienes sufren de hernia de disco. Cada vez más la tendencia médica apunta a evitar las grandes cirugías. En el caso de la hernia de disco, desde hace pocos años en Argentina comenzó a utilizarse la ozonoterapia, un método terapéutico que se aplica mediante la punción en la sección lumbar a través de la cual se introduce una mezcla de ozono y oxígeno.

La técnica reduce la hernia mediante la supresión de los factores inflamatorios y mejora la irrigación sanguínea a nivel del nervio. "El ozono actúa químicamente sobre el disco y los músculos contracturados, haciendo que se degrade la hernia y se elimine el dolor", explicó el doctor Osvaldo Pepa del Instituto Médico Enery de Buenos Aires.

Aproximadamente el 78% de los pacientes que fueron sometidos a la ozonoterapia retoman el nivel de actividad previo a su problema y experimentan la disminución o la completa desaparición del dolor. El enfermo puede volver a sus actividades habituales en pocos días, sin necesidad de someterse a una cirugía.

Conocido desde mediados del siglo XIX, el ozono representa una de las tres formas de oxígeno que existe en la naturaleza. Sin embargo, los mecanismos de acción sobre el organismo fueron descubiertos en Italia recientemente y lo definen como un gran protector de las células ante el ataque de los radicales libres, causantes de daños severos y del conocido envejecimiento celular. También se comprobó que mejora la circulación sanguínea, actúa como bactericida y disminuye las inflamaciones.

La ozonoterapia es realizada por personal entrenado en patología espinal, con equipos de radioscopía y en un quirófano perfectamente equipado. El paciente sólo recibe una sedación local por lo que la práctica es ambulatoria.

El equipamiento necesario para esta terapia es traído periódicamente al Hospital Español de Rosario. Allí, el encargado del tratamiento es el doctor Angel Viruega.

El nuevo recurso terapéutico es seguro, casi sin riesgos y complicaciones pero, como todo procedimiento médico, requiere la realización de una serie de estudios previos, como un examen neurológico completo, una rutina de laboratorio, radiologías de columna y resonancia magnética o tomografía computada. Está contraindicado en pacientes con fallas en la coagulación, que padecen infecciones en el lugar donde se realizará la punción y en quienes padecen hipertiroidismo, entre otros.

Dolores severos

La hernia de disco provoca dolores lumbares severos. Las vértebras están separadas entre sí por los discos intervertebrales, un conjunto de anillos concéntricos con un núcleo o centro de consistencia blanda que amortiguan todo el peso del cuerpo. Una anomalía en estos anillos por deshidratación del disco, o por sobrepasar la fuerza soportable genera una hernia. Se produce una compresión de la raíz nerviosa que se traduce en ciática (dolor que baja por la pierna), incapacidad y, por último, atrofia de la zona

En general, se presenta entre los 50 y 60 años. En Estados Unidos, por ejemplo, se estima que el 80% de la población sufrirá de lumbalgia alguna vez en su vida y un tercio desarrollará una hernia discal, de los cuales el 6% terminará en cirugía. El 15% de las intervenciones presenta complicaciones.

Se calcula que en Estados Unidos, un total de 35 millones de personas sufren de hernia de disco, el 30% de ellas son mujeres y el 70% hombres. Las principales complicaciones que provoca son dolor e invalidez del miembro afectado. El sobrepeso, las malas posiciones, los movimientos violentos y el levantamiento de pesos en forma indebida son factores que incrementan la posibilidad de desarrollar la malformación.

El diagnóstico precoz es fundamental para tratarla a tiempo y evitar mayores daños. La ozonoterapia ofrece un nuevo recurso para aquellos que no responden a la terapia y para quienes la cirugía no es lo más aconsejable.

El ozono mejora la circulación sanguínea y disminuye las inflamaciones.