Hazaña de jóvenes hemofílicos

Un grupo de hemofílicos con distintos grados de discapacidad motora, hizo cumbre el lunes último en uno de los cerros del Cordón de Plata, en la Cordillera de los Andes, luego de una travesía de dos días en el noroeste de la provincia de Mendoza.

Cuando bajo una persistente nevada y entre las nubes surgió la cruz que marca la cima del cerro Arenales, a más de 3.500 metros de altura, el silencio de los Andes sucumbió ante los gritos y aplausos de los siete jóvenes de entre 18 y 32 años que se abrazaron, besaron y rieron emocionados. La temperatura rondaba los cinco grados bajo cero y la visibilidad alcanzaba apenas unas decenas de metros.

Junto a ellos estaban los guías de montaña mendocinos que los condujeron durante los dos días que duró el ascenso y personal de la Fundación de la Hemofilia Argentina (FHA), que los entrenó, los asistió y coordinó la experiencia desde que partieron de Buenos Aires, en la mañana del viernes último.

Los jóvenes que se animaron a la aventura son Daniel Larrosa, Leandro Lanzillotta, Diego Venturini, Juan Miguel Pérez, Nicolás Baigorria, Guillermo Pirazzini y Rafael Vincenti. Coordinó el grupo el profesor de educación física Carlos Núñez y Marcelo De Luca, la médica Daniela Neme, la kinesióloga Noemí Moretti y el técnico Bernardo Rode.

Las cumbres de este cordón oscilan entre 3.000 y 6.000 metros de altura y al comenzar la expedición aún no se había escogido el objetivo. Luego se programó hacer cumbre en el Lomas Blancas, de más de 4.000, pero debido a las condiciones climáticas adversas de la mañana del lunes decidieron dirigirse al Arenales.

Tras abandonar la cima todos los jóvenes hemofílicos manifestaron encontrarse en buenas condiciones físicas, lo que fue confirmado por los profesionales que realizaron los controles. (Télam)