Año CXXXVII Nº 48362
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
La Región
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Señales
Economía
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Educación 17/04
Campo 17/04
Salud 14/04
Autos 14/04


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 18 de abril de 2004

Rodríguez Zapatero, un socialista en busca de una "utopía posible"
España ya tiene un nuevo gobierno
Consciente de su enorme reto, el flamante jefe de gobierno prometió a sus votantes que el poder no lo cambiará

Silvia Ayuso

Madrid. - "Algunas utopías merecen ser soñadas; no las alcanzaremos todas, pero nos marcarán el rumbo por el que hay que avanzar". Así hablaba el socialista José Luis Rodríguez Zapatero en su discurso de investidura. Ahora, confirmado como el nuevo presidente del gobierno español, el quinto de la democracia española, tendrá oportunidad de hacer realidad sus palabras. Sus grandes ojos azules, enmarcados por unas cejas picudas que resaltan aún más su mirada, hicieron que los medios lo apodaran "Bambi". Pero Rodríguez Zapatero -que ayer prometió su cargo ante el rey Juan Carlos en el palacio de la Zarzuela- ha demostrado en los cuatro años que lleva al frente del Partido Socialista Obrero Español (Psoe) que el candor no entra en su forma de ser, y que tampoco lo hará a la hora de gobernar.

Probablemente el ejemplo más claro sea su decisión de retirar las tropas españolas de Irak antes del 30 de junio si la presencia militar internacional en ese país no va avalada por una resolución de la ONU. Una promesa preelectoral que asegura estar decidido a cumplir.

Rodríguez Zapatero no tiene ante sí una legislatura fácil. Al problema de Irak se suma la tarea de volver a garantizar el consenso interno, tras dos legislaturas del Partido Popular (PP) en la que las diferencias, sobre todo con los partidos nacionalistas, llevaron a España a una situación de ruptura que no se vivía desde hacía mucho tiempo. Y todo esto con la dificultad añadida de que a falta de una mayoría absoluta, el Psoe tendrá que realizar constantes pactos con las demás formaciones políticas.

Pero el nuevo presidente del gobierno español ya está acostumbrado a los retos. De hecho, nadie apostaba por este diputado prácticamente desconocido que en el congreso del Psoe de julio de 2000 sorprendió a propios y ajenos al hacerse con la secretaría general del partido, venciendo a "pesos pesados" como el veterano presidente regional de Castilla La Mancha, José Bono.


Soso y tranquilo
Los que conocen a este vallisoletano de nacimiento aunque afincado en León, de 43 años y licenciado en Derecho, lo califican de "tranquilo", incluso de "soso", hasta el punto de que en el famoso programa español de humor Las noticias del guiñol, que caricaturiza la vida política y la actualidad española e internacional, durante largo tiempo Zapatero apareció caracterizado de superhéroe, aunque con el apelativo de "Sosoman". Algo que sin embargo este político se tomó con humor.

Tiene también a su favor el talante dialogante que le reconocen hasta sus adversarios políticos, y del que es de prever tendrá que hacer amplio uso durante su próxima legislatura, así como de su carácter calmado, que le llevó durante los años que permaneció al otro lado del poder a ejercer una "oposición tranquila".

La presidencia del gobierno español parece poner la guinda a una carrera política a la que ha dedicado toda su vida y que le llamó jovencísimo, cuando a los 16 años asistió a un mitin del que sigue siendo uno de sus referentes políticos, Felipe González. Dos años después se afiliaría al Psoe, partido por el que acabó convirtiéndose en el parlamentario más joven del Congreso de los Diputados, con 26 años.

El "premio gordo" le llegó incluso antes de lo esperado, ya que según conocedores de los entresijos parlamentarios, ni el propio equipo de Zapatero contaba con llegar a la Moncloa antes de 2008. Sin embargo, la guerra de Irak, la catástrofe ecológica provocada por el hundimiento del petrolero Prestige y la huelga general de 2002 precipitaron los cálculos e hicieron "cambiar los tiempos", al ver cómo subía sin parar el líder socialista en las encuestas.

Poco antes de las elecciones del 14 de marzo, en realidad sólo unos días antes de los atentados en Madrid que acabarían dándole el impulso final por el descontento generalizado a la actuación del gobierno derechista de José María Aznar, Rodríguez Zapatero sorprendía afirmando a la prensa que tenía el mismo "presentimiento" que antes del congreso en el que salió líder del Psoe, y que estaba convencido de que iba a ganar los comicios.

Pese a que nunca había perdido hasta entonces una elección a la que se hubiera presentado, su aparente seguridad y calma hicieron sonreír a más de uno. Hasta que el 14 de marzo le dio la razón. Consciente aun así del enorme reto que le espera y fiel a su manera de ser, Rodríguez Zapatero ha prometido a sus votantes que el poder no lo cambiará, y ha pedido a su gabinete que gobierne con "humildad". (DPA)

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Zapatero prometió su cargo ante el rey Juan Carlos, en el palacio de la Zarzuela.

Notas Relacionadas
A las víctimas del 11-M


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados