Carcarañá: Detenidos por corrupción de menores

A uno lo acusan de explotar a cuatro adolescentes en un burdel. Y a otro a una chica en una vivienda en zona urbana

Cinco chicas menores de edad ejercían la prostitución en la ciudad de Carcarañá regenteadas por dos hombres que cayeron presos por facilitamiento de la prostitución y corrupción de menores. Las jóvenes, todas menores de 16 años, no eran sometidas en un régimen de cautiverio pero sí explotadas económicamente. Una de ellas trabajaba en la casa de uno de los detenidos y las restantes en un burdel ubicado en el extremo este de la planta urbana.

La existencia de esos dos lugares de explotación era una situación conocida en la ciudad de Carcarañá, de 18 mil habitantes, hasta que el personal de la comisaría local decidió intervenir de oficio. "En conocimiento de esta problemática nos entrevistamos con la madre de una menor de 16 años, que a su vez es mamá de una beba y que comenzó a ejercer la prostitución a los 13 años", reveló el jefe de la seccional 3ª, Claudio Aguirre.

La madre de la jovencita que ejercía la prostitución, una mujer de condición humilde, estaba al tanto de la actividad a la que era sometida su hija. La menor era explotada en una casa que le cedía un proxeneta mayor de edad que retenía un porcentaje por cada cliente que también se ocupaba de conseguirle a la chica. También trabajaba en un burdel donde otras cuatro menores de 16 años eran prostituídas. Ese local funcionaba en el extremo cardinal este de la zona urbana y era regentado por un hombre de unos 50 años sin dedicación laboral fija.

Tras la intervención policial, todas las menores fueron puestas a disposición del juez de Menores de Rosario Jorge Zaldarriaga. Los dos hombres acusados de proxenetismo, apodados Cati y Diablito, ambos oriundos de Carcarañá, quedaron detenidos y con una causa penal abierta en el juzgado de Instrucción de Cañada de Gómez a cargo de Ana María Bardone. "Son personas muy conocidas en la comunidad", sostuvo el oficial consultado.

Según se indició, los dos acusados no extorsionaban ni recluían a las menores para obligarlas a prostituirse pero las explotaban económicamente. Están imputados de facilitamiento de la prostitución y corrupción de menores. El Código Penal reprime la actividad de quien favorece la prostitución de menores de 22 años, aún si existe consentimiento de la víctima, con penas que oscilan entre los 3 y 10 años cuando el menos sometido tiene entre 12 y 18 años.