Central logró un agónico empate 1 a 1 frente a Chacarita

Chacarita Juniors pagó caro la postura defensiva que adoptó después de ponerse en ventaja en el primer tiempo y Rosario Central, apoyado en la claridad que le dio el ingreso del juvenil Gustavo Lorenzetti, alcanzó el 1-1 que merecía a sólo cuatro minutos del final.

Un gol de penal de Sebastián Pena puso en ventaja a los "funebreros" a los 14 minutos del primer tiempo, mientras que Central llegó al empate sobre los 41 de la etapa final a través de un cabezazo de Leonardo Talamonti que desató toda la ira de los hinchas locales, que despidieron con insultos al entrenador Luis Garisto y a los jugadores.

Las inquietudes ofensivas de Chacarita se extendieron hasta el gol de Pena. El boliviano Ronald Raldes lo agarró a Claudio Arzeno dentro del área y Tomatito anotó la apertura acariciándola hacia la izquierda de Julio César Gaona, quien se la jugó hacia el sector opuesto.

A partir de entonces, Chacarita comenzó a jugar de contragolpe y Central manejó la pelota pero sin lastimar.

El arranque del segundo tiempo devolvió una versión mejorada de los locales, que al menos respondieron los improductivos ataques de Central con las salidas rápidas de Diego Rivero por la derecha.

A los 12, Leonardo Fernández, quien debutó en el arco de Chaca, mandó al córner un tiro de Claudio González.

Hasta que a los 15 se produjo una circunstancia que sería crucial para el desarrollo: Lorenzetti reemplazó a Juan Pablo Cárdenas y dotó a Central de toda la claridad ausente hasta entonces.

Hábil e inteligente, Lorenzetti se puso el equipo al hombro y los ataques de Central dejaron atrás aquel tono monocorde que no hizo más que destacar la tarea defensiva de Pena.

El retroceso de Chacarita se volvió más notorio a medida que avanzaba el tiempo. Recién sobre los 24', un cabezazo de Mauricio Piersimone exigió a Gaona.

De allí hasta el final, Central machacó y machacó en ataque, hasta que a falta de cuatro minutos Matías Irace envió un tiro libre y Talamonti saltó más alto que todos para meter el cabezazo que terminó ajustando el resultado a lo que había sucedido durante los 90 minutos. (DYN)