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 lunes, 24 de noviembre de 2003

Lo pirateó al final
Tiro Federal esperó el momento y liquidó a Belgrano

Rodolfo Parodi / Ovación (Córdoba - Enviado especial)

Una de piratas. Así fue la historia de Tiro en su paso por Córdoba. Fue tal el cachetazo que le pegó a Belgrano, que el Gigante de Alberdi fue la caldera que se preveía. Para fortuna de los Tigres, la única locura que le toco vivir fue la algarabía de sus jugadores que se apretujaron en el campo de juego por el batacazo. Es que llegaban lastimados, a los tumbos, y le mojaron la oreja a uno de los candidatos.

Tiro se puso el overol y lo trabajó con la entrega de Morales y Vacaría para correr todas hasta el último rincón. Desde sus hombres de avanzada, no hubo ninguno que no entendiera que había que luchar sin claudicar. No tuvo demasiada dosis de fútbol porque en esa primera etapa apostó a la entrega y a la cabeza de Morales. Suena tan simple esa forma de atacar que parece sencillo de contrarrestar.

Pero Belgrano sufrió demasiado con el formoseño. Que hizo un primer llamado de atención al ganarle en el salto a Sanzotti, pero providencialmente Castro puso su pie salvador al remate posterior de Dueña que tenía destino de gol.

Es probable que Belgrano haya tenido en mayor proporción la pelota, pero la manejó tan mal que no inquietó. Encima, Osella y Chávez despejaron cualquier temor sobre Cobelli y su peligrosidad en el juego aéreo. Apenas hubo un susto en el instante que Bezombe aplicó el frentazo desde posición inmejorable y la tiró afuera.

En un intento desesperado por encontrar poder ofensivo, el técnico de Belgrano Omar Labruna sacó al volante Bustos y lo puso al Luifa Artime. Apostaba a ganar en lo alto con el ídolo pirata y Cobelli. Sin embargo, nada de eso ocurrió.

Entonces llegarían dos instantes clave. En Tiro entró Walter Paz, que venía de cumplir las cuatro fechas de suspensión. Y minutos después Bezombe recibió una amarilla por una falta, siguió protestando y le sacaron la roja. El ex Newell's se fue abucheado y le abrió a la visita el camino a la victoria. Porque el Pescado, con espacios, fue punzante y metió pases gol a espalda de los defensores que no siempre terminaron bien. Además la lentitud de los centrales celestes era exasperante.

Era sin dudas la noche de Tiro. Porque luego de que Pierani se perdiera un gol increíble, era difícil imaginar que tendría otra oportunidad semejante. Es que el centro de Morales lo encontró sólo con Sanzotti desubicado y apenas la tenía que empujar. Pero el ex salaíto la pifió.

Tuvo su segunda oportunidad y no perdonó. Escapó por derecha, la metió al medio para Romano quien a su vez alargó a la izquierda para Paz. Cuando Sanzotti lo atoró, el Pescadito se la dio a Pierani que esta vez sí no se equivocó ante la pasividad de Cravero.

Fue un mazazo para Belgrano. En los instantes finales, Chitzoff y Paz la escondían con clase esperando concretar de una vez la tercera victoria. Esa difícil de imaginar por la diferencia de ambiciones y de nombres. Por eso, porque Tiro le arrebató los tres puntos, fue una de piratas.

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