Año CXXXVII Nº 48217
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Arte
Opinión
El Mundo
Escenario
La Región
Policiales
Página Solidaria
Cartas de lectores


suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 23/11
Mujer 23/11
Economía 23/11
Señales 23/11
Educación 22/11
Campo 22/11
Salud 19/11
Autos 19/11


contacto

servicios

Institucional

 lunes, 24 de noviembre de 2003

Color de rosa
Balance del Mundial de rugby 2003

El inglés Jonny Wilkinson, de 24 años, fue la figura mayor de la V edición de la Copa del Mundo de rugby, tanto por la calidad de su juego con los pies, como por su dominio, tanto técnico como nervioso, y su capacidad de poner en marcha el plan del juego inglés.

Estrella antes de llegar a Australia, jugador mejor pago del planeta rugby, Wilko, incontestable Nº 1 mundial, recogió el fruto de su trabajo de titán realizado en los entrenamientos. Es con el pie derecho, que este zurdo natural le metió el drop gol, fatal para los Wallabies australianos.

Pocas revelaciones en ocasión de los 48 partidos, si no es la esperada pero fugaz, del tres cuartos fijiano Rupeni Caucaunibuca, de 23 años, autor de tres tries marcados como un galgo lanzado a toda velocidad, en apenas dos partidos. Lástima que se haya dejado llevar por un puñetazo desconsiderado que le impidió disputar los otros dos encuentros con su equipo.

El apertura francés Frederic Michalak, de 21 años, también se dio a conocer en el ámbito internacional al terminar como mejor marcador (103 puntos) del torneo detrás de Wilkinson (113). Su semifinal completamente fallida contra Inglaterra relativizó, pero no borró, su excelente actuación como goleador.

Otro joven número 10, el sudafricano Derick Hougaard, de 20 años, apareció en el firmamento internacional, dándole una esperanza al rugby sudafricano en su regreso a la pirámide mundial.

Mención especial para el hooker inglés Steve Thompson, el octavo francés Imanol Harinordoquy, así como los terceras líneas, el neocelandés Richie McCaw, y el australiano, Phil Waugh, los cuatro en competición -a priori sin mayores esperanzas- con Wilkinson por el honorífico título de mejor jugador del año 2003.

Entre los valores sólidos, el pilar Jason Leonard (35 años), se hizo notar al mejorar el récord mundial de selecciones (113) en equipo nacional. Otros veteranos anunciaron sus retiros, especialmente el hooker inglés Keith Wood, o los medioscrum, el sudafricano Joost van der Westhuizen y el francés Fabien Galthié.

Los wines de los All Blacks Doug Howlett y Joe Rokocoko al igual que el fullback Mils Muliaina confirmaron su talento en las zonas de tries monopolizando el podio de los marcadores. Entre los aperturas, Carlos Spencer tuvo gestos de genio pero igualmente lo pagó por su audacia: su largo pase interceptado por Stirling Mortlock, terminó con un try en contra en semifinal contra Australia.

Por haberse lanzado como un famélico sobre un balón perdido, el centro australiano Stirling Mortlock apareció como la figura épica del Mundial. Su compañero Elton Flatley autor de los primeros puntos del torneo el 10 de octubre, marcó contra Rumania el try más rápido del Mundial: 18 segundos después de haber comenzado ese encuentro.

Su compañero, el pilar Ben Darwin no tuvo mucha suerte. Unico lesionado grave (pellizco en la médula espinal a nivel de las cervicales), escapó a lo peor, es decir la parálisis, pero no podrá volver a jugar rugby de competición.

Desde el punto de vista colectivo, el público reservó sus favores a las naciones que no figuraban entre las mejores, pero que practicaron un juego vistoso y jovial: el caso de Samoa y Japón.

Los galeses igualmente sedujeron por su empuje y vivacidad, y antes de fundirse en semifinales contra los ingleses, los franceses fueron considerados como el equipo que despertó mayores expectativas de juego atrayente.

Menos espectacular, Georgia se llevó todos los aplausos cuando el 24 de octubre, su hooker David Danunashvili marcó el primer try de su equipo en el torneo.

En el tablero del deshonor se inscriben Caucaunibuca así como otros cuatro excluidos por golpes prohibidos: el escocés Martin Leslie, el francés Serge Betsen al igual que los argentinos Mauricio Reggiardo y Roberto Grau.

Un equipo figura igualmente. Namibia culpable de haber encajado el 25 de octubre contra Australia el resultado más humillante de la historia del Mundial: 142-0.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados