El gobierno busca destituir a 38 legisladores adversarios al presidente

Una semana clave en Venezuela para el futuro político de Chávez

Hoy termina la juntade firmas del oficialismo y el viernes comienza la de la oposición

Caracas. - Con gritos de "¡Aquí manda Chávez!", los seguidores del presidente venezolano recibieron al secretario general de la OEA, César Gaviria, quien acudió a observar el proceso de recolección de firmas del oficialismo para revocar el mandato a legisladores opositores.Gaviria, secretario de la Organización de Estados Americanos, supervisa en Venezuela la jornada de cuatro días de recolección de firmas, que culmina hoy, contra 38 diputados adversos al mandatario. El próximo viernes comenzará el turno de la oposición, que lanzará el mismo procedimiento pero contra el mandato de Chávez.

"La OEA está muy satisfecha de la manera como se está desarrollando el proceso (...) hemos visto un gran espectáculo cívico, un gran respeto", comentó Gaviria en el populoso barrio de Catia, en el oeste de Caracas, mientras seguidores chavistas gritaban "¡Aquí manda Chávez, fuera los traidores, no volverán!".

El proceso se ha desarrollado en Caracas con una presencia a cuentagotas de firmantes, lo que ha despertado los ánimos de la creciente pero dividida oposición, que la semana próxima impulsará una campaña similar para recoger al menos 2,4 millones de firmas que activen una consulta contra el mandato de Chávez.

Ambos procesos de recolección de firmas son el resultado de un arduo diálogo facilitado por la OEA, que concluyó en mayo con la firma de un pacto entre el gobierno y la oposición para impulsar una salida electoral a la crisis política de Venezuela. El vicepresidente José Vicente Rangel dijo sentirse optimista, pero llamó a los partidarios del gobernante a salir a "firmar masivamente. Estamos ganando la batalla".

El oficialismo necesita de al menos 20 por ciento de las firmas de los electores registrados en cada circunscripción para luego llamar a un referendo en el que se planteará revocar el mandato a los legisladores opositores. De lograrlo, Chávez no sólo se desquitaría de la oposición, sino que podría incrementar su frágil mayoría actual en la Asamblea Nacional.

"Aquí no manda ni la CIA ni la OEA, aquí manda Chávez. Chávez está tocado por Dios", exclamó Jesús Cedeño, un empleado de la contraloría municipal que cumplía labores de supervisión en un centro de recopilación de firmas.

La campaña de recolección de firmas de la oposición, entre el próximo 28 de noviembre y el 1º de diciembre, llamada el Reafirmazo (porque 3,2 millones de firmas anteriormente reunidas fueron rechazadas) es considerada como una nueva prueba de fuego para Chávez, quien el año pasado fue derrocado brevemente y enfrentó a principios de este un paro general de dos meses.


"Es posible"
El sábado, Chávez se presentó a votar en una plaza de Caracas. Recurriendo a la jerga del béisbol, el deporte nacional de Venezuela, afirmó que "estamos bateando y haciendo las carreras que podemos y llamo al pueblo a seguir anotando hasta el último minuto. Tenemos un equipo muy fuerte".

Sin embargo, el presidente se mostró prudente sobre el Reafirmazo de la semana próxima: "A mí me preguntaron si la oposición me recogía las firmas. Bueno, es posible. Ellos tendrán que demostrarlo", dijo.

Anunció que no transmitiría hoy, domingo, su tradicional "¡Alo, Presidente!", el programa en cadena nacional porque "marca una pauta siempre". "Creo que es posible que ellos recojan las firmas. Eso sería un paso al revocatorio. Pero es muy difícil", agregó.

Chávez, quien ganó la presidencia en 1998, enfrenta una fuerte oposición a su gestión, porque no ha podido controlar el creciente desempleo, la elevada criminalidad y la recesión económica, a pesar de haber recibido ingentes ingresos petroleros. En los últimos dos años, la economía venezolana retrocedió 20%. (Reuters)

Chávez firmó el sábado.