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 sábado, 27 de septiembre de 2003

El oficio de enseñar reunió a los docentes
Más de mil cien educadores participan del Congreso Aula Hoy, que cuenta con el auspicio de La Capital

Qué y cómo se enseña hoy, el dilema que movilizó a más de 1.100 docentes de todo el país en el VI Congreso Nacional Aula Hoy, que comenzó el jueves y termina hoy. Es que así como el año pasado el tema que desvelaba a los educadores era cómo atender a la educación ante la crisis, este año se puso el acento en atender a la conclusión de aquel debate: nada menos que volver a pensar la escuela como el lugar de la enseñanza, y el oficio de enseñar en la figura del docente.

Los organizadores del evento -Homo Sapiens Ediciones- se sorprendieron por la asistencia de educadores de otros lugares. Menos de la mitad son de Rosario, el resto proviene de otras localidades santafesinas y provincias, también llegaron de Uruguay y Brasil. Entre otras instituciones, el congreso fue auspiciado por el diario La Capital.

El Centro de Expresiones Contemporáneas fue el lugar de la apertura (las actividades continúan en El Círculo). La primera conferencia estuvo a cargo de la doctora en educación de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), Edith Litwin. La especialista se dedicó a analizar distintas perspectivas del oficio docente, cada una de una desde una mirada histórica.

Más tarde, orientó su charla a recuperar el sentido común que debe primar en el acto educativo. Para ser ilustrativa apeló a pensadores de la pedagogía que concluyeron, que tal sentido debe significar para el maestro apoyarse en cuestiones clave: la primera, ser justos en el trato; luego dominar la disciplina; también premiar el trabajo de los alumnos; reconocer los propios errores para darle un sentido humano a la tarea pedagógica y, finalmente, corregir los deberes y entregarlos a tiempo.

Lo que parecía una cuestión obvia adquirió un valor teórico y de reflexión a los oídos de los docentes, que durante mucho tiempo se vieron sometidos a los vaivenes de los cambios y reformas. "Las reformas achataron los procesos innovadores que se venían gestando", dijo entre otras conclusiones la investigadora.

La mejor escuela

El congreso que este año tomó como tema central "Nuevas perspectivas didácticas en el aula" continúa hoy con las disertaciones de Silvia Alderoqui, Roberto Follari, Estanislao Antelo y Carlos Silveyra, entre otros. También continuará el espacio de comunicaciones libres, a cargo de los docentes, que este año reunió casi 100 ponencias.

Otro de los conferencistas fue el pedagogo español, Felipe Trillo; también decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Santiago de Compostela (España). Trillo se mostró sorprendido públicamente por la concurrencia de docentes, también por lo diverso de su procedencia. "Me dijeron que hay profesores de Río Negro, casi la misma distancia de mi casa hasta Africa", dijo para comparar el recorrido que hicieron estos docentes. Luego, se explayó sobre: "Fulgor y muerte de la reforma educativa", el tema de su conferencia.

El educador español antes de su presentación en Rosario conversó con La Capital sobre qué es una buena escuela y un buen estudiante.

-¿Qué define a una buena escuela?

-Una buena escuela es siempre la mejor escuela posible en ese momento y lugar: la que cumple, por tanto, y hasta donde puede hacerlo, con su función de contribuir a educar a las nuevas generaciones, mediante la "adecuada" presentación de determinados contenidos de cultura, tanto general como específica de las ciencias. A partir de ahí, se considera mejor a aquella que es coherente con los fines que declara perseguir; la que persigue fines de emancipación para los educandos. Por tanto, es mejor escuela la que diferencia pero no discrimina ni segrega. Pero una escuela será mejor, sin duda, si cuenta además con una comunidad educativa que la alienta y ampara al mismo tiempo que sabe exigirle. En definitiva, la mejor escuela es aquella en la que se aprende bien lo que merece la pena. Ahora falta que nos pongamos de acuerdo al respecto.

-¿Cómo hacer una escuela media de calidad, que atienda a los intereses de los jóvenes y guarde rigurosidad académica?

-Sería necesario reforzar el carácter de los centros de educación secundaria como contextos de formación integral, frente a su concepción exclusivamente en términos academicistas y de preparación para niveles superiores de escolaridad como el universitario. Que los centros se configuren como espacios más abiertos a la diversidad de los alumnos; más capaces de asumir y trabajar con una amplia variedad de conocimientos previos, intereses y motivaciones, estilos y ritmos de aprendizaje, bagajes experienciales y culturales. En fin, que se haga más flexible. Por último, es necesario reforzar los vínculos con los otros contextos significativos de los estudiantes, de modo que puedan ver que lo que se aprende en la escuela no sirve sólo para la escuela sino que puede ayudarles a orientarse mejor en esos otros espacios de su vida.

-¿Qué distingue a un buen estudiante?

-Ese buen estudiante se caracteriza frente al que va de "cliente" o de "paciente", simplemente como "estudiante", lo que supone: compromiso con un proyecto personal de desarrollo, el ejercicio de la crítica del conocimiento establecido, la interrogación y el posicionamiento personal en el aprendizaje; la disposición para cooperar con los iguales, y la colaboración y demanda respecto al profesorado. En fin, al menos esos son los que más me gusta encontrar en mis aulas.

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Muchas provincias asistieron al congreso.

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