Chiche manda un mensaje al gobierno

La ex primera dama y candidata a diputada por el peronismo bonaerense, Hilda Chiche González de Duhalde, aseguró ayer que no le "asusta" ni le "molesta" que se "revise el pasado" vinculado a la represión ilegal de la década del 70, aunque advirtió que hay que cerrar "definitivamente bien las heridas de hace 30 años".

La esposa del ex presidente Eduardo Duhalde opinó, por otra parte, que la detención de María Julia Alsogaray es "un paso adelante por lo que (ella) ha representado" durante la década de gobierno de Carlos Menem, aunque aclaró que no se alegra por "estas cosas" y dijo que será la Justicia la que la juzgue "debidamente".

"Creo que (la detención de María Julia) fue un hecho simbólico muy importante para la Argentina. Es un símbolo de una etapa que los argentinos pretendemos dejar atrás. Para la sociedad fue la concreción de un deseo, que es que algo cambie definitivamente", afirmó.

Al hacer alusión a la media sanción de Diputados a la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final, la ex primera dama sostuvo que ella "hubiera preferido que fuera la Justicia" y no el Congreso la que las anulara, pero subrayó que "no lo hizo en el momento en que tenía que hacerlo".

"A mí no me molesta ni me asusta que se revise el pasado. Creo que hay que revisarlo, pero definitivamente bien. No podemos cometer errores", advirtió.

La candidata a diputada consideró que hay que "cerrar heridas de 30 años" porque, de lo contrario, la dirigencia no se podrá ocupar de la necesidad del ahora, que es "generar riqueza y crear trabajo".

"En una Argentina donde las instituciones están tan mal, es muy difícil encontrar la salida a un problema tan grave como este, tan delicado", afirmó, para agregar que su "única preocupación y reserva" es no dejar de alguna manera "abierta la puerta a una suerte de inseguridad jurídica a otros temas porque la Argentina necesita seguridad jurídica".

Chiche insistió en que "este tema tan terrible tenemos de alguna manera que cerrarlo definitivamente para avanzar en generar riqueza y trabajo, porque estamos en una situación social gravísima".

"Vivimos mirando para atrás. No es que lo que está atrás no es nada, es muy importante, pero definitivamente tenemos que terminar", completó, no sin antes salvar al presidente Néstor Kirchner: "Puso en el tapete un tema que tenía que poner porque la sociedad lo pedía".