Año CXXXV
 Nº 49.305
Rosario,
lunes  19 de
noviembre de 2001
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Operativo nacional. La actividad finalizó en Rosario con tranquilidad
La densidad poblacional demoró a los censistas en algunas zonas
Tres jefes departamentales coordinaron el trabajo de relevamiento en la región más grande de la provincia

Isolda Baraldi

Sin alumnos pero a todo vapor se trabajó hasta ayer a última hora en las escuelas rosarinas en la finalización del trabajo de campo del Censo Nacional 2001. Incluso, en algunas zonas del departamento, que incluye a varias localidades aledañas, el horario de los censistas se demoró a causa de la gran densidad poblacional detectada. Tal fue el caso de Funes, Villa Gobernador Gálvez, Granadero Baigorria y el barrio Las Flores, entre otros asentamientos irregulares. Tres jefes de departamento comandaron el megaoperativo en la región más grande de la provincia.
Si bien la mayoría de los que recababan información finalizó la tarea en la calle después del mediodía, la actividad continuó en las escuelas donde volcaron los datos a planillas que a su vez debían ser controladas por los jefes de cada operativo. De hecho, el departamento Rosario fue la única región que tuvo tres coordinadores, quienes estimaron que la finalización de la entrega de datos terminará hoy al mediodía, y el correo llevará las cajas al Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec).
Apostados en tres escuelas, María Inés Gayarré, María Rosa Orbegozo y Miguel Angel Cáceres resolvían paso a paso la finalización del megaoperativo mientras los censistas (maestros y voluntarios) pasaban los datos a las planillas y luego embolsaban las encuestas que finalmente eran depositadas en cajas.
Los tres jefes coincidieron en que la población respondió de modo positivo y que no hubo inconvenientes significativos. "Algunas personas se negaron a responder, pero no fueron situaciones relevantes", señaló Orbegozo.
Cáceres advirtió, incluso, que en la jornada de ayer se estaban "solucionando" reclamos de personas que se comunicaban con los establecimientos para decir que no habían sido censadas. "Nunca nos vamos a poner de acuerdo porque los censistas dicen que pasaron tres veces y los vecinos lo niegan; de todas formas, ya estamos cubriendo esos casos", señaló.
Pasadas las 13 de ayer, y al rayo del sol, hubo lugares en que los censistas continuaban en la calle, sobre todo aquellos en que la densidad fue mayor a la esperada. Uno de los sitios fue Funes, ya que en muchas casas de fin de semana los dueños se instalaron sábado y domingo, lo que aumentó de modo importante la cantidad de personas a entrevistar que se había estimado.
También en Villa Gobernador Gálvez la tarea se demoró por unas horas más a causa de la densidad poblacional, y también en los asentamientos irregulares donde no siempre fue sencillo encuestar por la cantidad de familias numerosas.
Los responsables indicaron que aun en los asentamientos precarios los encuestadores trabajaron sin inconvenientes. "Por ejemplo, aquí en la villa La Lata no hubo ningún problema, ya que la propia gente acompañó a los censistas", comentó Gayarré. También la funcionaria señaló que el horario en algunos casos debió extenderse. "Por ejemplo, en algunas viviendas se encontraron dos y tres familias, lo que retrasó el trabajo, pero no hubo inconvenientes", afirmó.



Los censistas volcaron ayer los datos recolectados.
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