Javier Parenti
Un clásico. Arroyito y el Parque Independencia. Rojinegros y auriazules. Historias, enfrentamientos, alegrías, tristezas y anécdotas. Pero sobre todo, rivalidad. Uno de cada lado. Siempre fue así. Y eso seguramente se mantendrá con el correr de los años. Es el folclore de la ciudad. Pero también la historia clásica brindó otros matices, como el de la cordialidad. Demostrada el feriado del 12 de octubre de 1965, que sirvió como excusa para un partido entre directivos de Newell's y Central. Como escenario, el estadio rojinegro. Estrechar vínculos como premisa y divertirse sanamente como muestra de cordialidad. Así fue. Si hasta el resultado del partido se asoció. Empate 3 a 3. Y lo curioso de aquel encuentro estuvo en algunos integrantes de aquellas formaciones. En la de Central jugaron el escribano Víctor José Vesco y Pablo Scarabino. Mientras que con la camiseta rojinegra lo hizo el técnico de entonces, Angel Tulio Zof. La presencia de don Angel fue la clara muestra de respeto y convivencia entre gente de ambas divisas. Un ex futbolista de Central, que comenzó su carrera de técnico de primera división en Newell's -como ayudante de campo más tarde se le sumaría César Luis Menotti- y hasta se animó a lucir la camiseta rojinegra en ese encuentro. Claro, después volvió a su amor canalla. Pero Don Angel no fue el único. También lo habían hecho Juan Carlos Camer (Newell's 1943/1944 y Central 1946), Elio Montaño (Newell's 1949/1951 y Central 1962), Juan Alberto Castro (1956/1960 en Central y 1964 en Newell's) y Ricardo Fortunato Giménez (Central 1956/1965 y Newell's 1966), entre otros. Los últimos y más notorios casos fueron los de Mario Estanislao Killer y Daniel Pedro Killer. El Colorado se había iniciado en Central (1971/1975) y luego de un paso por el fútbol europeo firmó para Newell's en 1979 (su hermano Daniel Pedro también jugaba en Central -1970/1976- y ese año jugaba para los rojinegros). Aunque en 1984 el marcador lateral izquierdo, tras jugar en Independiente, volvió a Central. Pero también muchos años antes hubo quienes se animaron a jugar en ambos equipos, como lo hicieron Juan Cagnotti (1933 a 1936 en Central y 1938 en Newell's), Gerardo Rivas (1931/1932 en los auriazules y 1934 en Newell's). Hoy parece imposible que esto suceda. La rivalidad aparece con un rasgo mayor, aunque nunca hay que descartarlo.
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