Newell's y Central juegan esta tarde el partido del año. Pero literalmente, porque más allá de la reconocida importancia del clásico para sus protagonistas -léanse desde el primer jugador hasta el último hincha de cada equipo- el encuentro de hoy pone en juego la racha invicta de Newell's de 21 años como local y cuenta, además, con el ingrediente extra del interrogante sobre la continuidad de ambos directores técnicos en sus cargos, que plantea el resultado.
El invicto de Newell's como local en el clásico se ha convertido prácticamente en el único motivo de celebración de su gente, a tono con el clásico del abandono que festejan los hinchas canallas. En realidad, en una sociedad cada vez más globalizadora de la injusticia y la exclusión, los equipos rosarinos deambulan por la mitad de la tabla de un torneo Apertura sin mayores expectativas para ellos que justamente ganar el clásico y salvar el año.
El director técnico de Newell's, Juan Manuel Llop, confirmó el viernes la misma alineación que les ganó a Lanús y Argentinos Juniors, es decir con una línea de tres defensores, otra de seis volantes (Damiani, Ponzio y Dueña en la contención, y Saldaña, Maximiliano Rodríguez y Vázquez en la creación) y a Germán Real como único delantero, con la tranquilidad y el plafón que le otorgan el par de triunfos previos.
El conductor de Central, Juan José López, en cambio, declinó confirmar ayer al mediodía la formación de su equipo y ni siquiera habló con la prensa. Jota Jota sólo le confirmó a Ovación la vuelta de los habilitados marcadores lateral Mauro Cetto y Germán Rivarola al equipo, en lugar de Leandro Diema y Paulo Ferrari. El técnico confirmaría la línea de cuatro defensores y otra de cuatro volantes, donde la principal duda parece residir en si jugará Lucas Correa o el propio Ferrari por la izquierda. Y en la delantera persiste la incógnita sobre si el técnico confirmará a Delgado o volverá Arias al equipo titular para acompañar a Juan Antonio Pizzi.
La falta de plateas para no socios de Newell's agrega otro condimento al clásico, dado que mientras los hinchas canallas sólo pueden ir a la popular del palomar, en la que sólo quedaban unas 800 entradas que terminarán de vender esta mañana, los simpatizantes rojinegros que no sean socios ni siquiera podrán ir a la cancha.
Así, mientras Newell's aguarda confiado lograr un buen resultado para conservar el invicto como local, Central apuesta a buscar un triunfo histórico que le permita cortar la racha, más allá de las incógnitas sobre el futuro de sus técnicos, en un clásico sazonado como siempre por el incomparable folclore del partido del año.
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La Ciudad
