Detenidos por matar a un sindicalista

Buenos Aires.— Tres hombres fueron detenidos y acusados del asesinato del sindicalista ladrillero Miguel Orellana, ocurrido el 1º de octubre en la localidad bonaerense de Mariano Acosta, y los investigadores creen que se trató de un crimen por encargo por una interna gremial. Así, el caso cada vez se parece más al de Abel Beroiz (ver arriba).

   Fuentes policiales y judiciales informaron que los detenidos sólo fueron la mano de obra ejecutora de un asesinato que, por los datos que maneja la fiscalía, fue ordenado y pagado por un sector rival de Orellana dentro del mismo sindicato.

   Si bien los fiscales de Morón a cargo de la causa, Horacio Vázquez y Mario Ferrario, ya tienen algunos sospechosos de ser los instigadores del crimen, la pesquisa se centra en tratar de obtener pruebas que puedan incriminarlos como autores intelectuales. Para ello serán de vital importancia las indagatorias de los tres apresados.

   Los sospechosos fueron identificados como Marcelo Gutiérrez, de 31 años; Gastón Flores, de 31; y Oscar Damián Acosta, de 30, quienes quedaron acusados de homicidio calificado por promesa remunerativa que se pena con prisión perpetua.

   Los investigadores reconocieron que hay un cuarto sospechoso prófugo.

   Asimismo, se supo que durante los procedimientos, la policía secuestró un Renault 9 utilizado por los delincuentes. Lo que no pudieron hallar es el revólver calibre 38 Special usado para ejecutar al sindicalista de dos balazos en la cabeza.



La interna. Orellana, de 43 años, era protesorero y secretario general de la sección La Matanza de la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA). Según la investigación, dentro del sindicato había dos sectores enfrentados y Orellana pertenecía al que pugnaba por erradicar una serie de maniobras fraudulentas con el manejo de fondos. En ese orden, en la causa hay varios testimonios que indican que con su posición dentro del sindicato, Orellana ganó varios enemigos y enfrentamientos.

   Orellana fue encontrado asesinado la mañana del 1º de octubreen la caja de una camioneta Isuzu que pertenecía al sindicato. La última vez que había sido visto con vida fue la mañana anterior cuando salió de su casa de Merlo para ir a lo de su hija. Pero fue interceptado por sus asesinos en ese recorrido.

   Desde un inicio los pesquisas sospecharon de un crimen por encargo, ya que se descartó la hipótesis del robo porque Orellana tenía todas sus pertencias encima y no robaron la camioneta.