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sábado,
08 de
diciembre de
2007 |
Prodi saca adelante una polémica reforma en Italia
La iniciativa sobre seguridad permitirá expulsar de Italia a ciudadanos europeos peligrosos
Roma. — El gobierno italiano superó un arriesgado voto de confianza que había impuesto en el Senado para la aprobación de un proyecto de ley sobre seguridad. Como sucede cada vez que se vota en el Senado, el Ejecutivo consiguió superar la votación pero por una ajustada diferencia: 160 votos a favor y 156 en contra, y gracias al apoyo de cinco senadores vitalicios.
El Ejecutivo del premier Romano Prodi había decidido zanjar las dificultades que estaba teniendo en el Senado para la aprobación de las enmiendas sobre la ley seguridad con la imposición de un voto de confianza. De esta manera, ahora pasará a la votación de la Cámara la ley sobre seguridad, que incluye el polémico decreto que permite las expulsiones de personas de la Unión Europea (UE) por motivos de seguridad y que hasta ahora ha afectado sólo a rumanos.
A lo largo del día, las declaraciones de varios de los políticos que forman la heterogénea coalición gubernamental de La Unión, hicieron presagiar que las cosas no serían fáciles para el Ejecutivo de Prodi. El senador Franco Turigliatto ya había anunciado que votaría “no” a la confianza, como protesta ante el decreto de expulsión que considera “racista”.
La disputa. Cuando parecía resuelta la división sobre el decreto de expulsión de ciudadanos comunitarios, la mayoría volvió a disgregarse, esta vez por el artículo de la ley que prevé penas de hasta tres años para aquellos que difundan ideas sobre la superioridad racial, o fomenten la discriminación por motivos religiosos u orientación sexual.
Los miembros del ala católica de La Unión amenazaron con no apoyar la confianza al mostrar su perplejidad ante una norma que puede prever penas a quien no acepte la homosexualidad. Al final, la senadora Paola Binetti, exponente del ala católica del recién nacido Partido Demócrata, decidió votar “no” y retirar así su confianza al gobierno. Finalmente, el voto de senadores vitalicios dio el respiro a Prodi.
Desde que llegó al poder en mayo de 2006, a menudo Prodi tuvo que recurrir a los votos de confianza para lograr alinear a su coalición. Las tensiones dentro del bloque del mandatario han subido en los últimos días por una proyectada reforma electoral, que los partidos menores temen pueda marginarlos. El ministro del Interior, Giuliano Amato, había amenazado con renunciar si no se aprobaba el proyecto de seguridad.
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