Caso Beroiz: los detenidos conocían detalles del crimen

La defensora pediría su liberación. El juez amonestó a la policía y dijo que la verdad no está cerca

Los dos detenidos por encubrimiento del asesinato del sindicalista Abel Beroiz demostraron conocer en detalle la mecánica del crimen en sus declaraciones ante los investigadores del hecho. Así lo confirmaron fuentes de la causa, que añadieron que ambos acusados, vinculados al presunto ejecutor material del homicidio, fueron indagados ayer en doble turno en Tribunales.

Los detenidos son Natalia Lorena D., de 25 años, y Mauro O., de 18. Ambos fueron arrestados el miércoles en un Fonavi de pasaje Lazarini al 4600, en la zona de Grandoli a la misma altura, en barrio Tablada.

La mujer es la pareja de Raúl Flores, un ex detenido con antecedentes por robo calificado, que fue señalado por la policía como responsable presunto de la ejecución del tesorero de la Federación de Camioneros que conduce Hugo Moyano. La evidencia colectada sugiere que recibió dinero para ejecutar el crimen.

Ambos detenidos son representados por la defensora oficial Estrella Galán, quien ayer se proponía requerir la liberación de sus clientes, dado que están acusados de un delito excarcelable.

Aspero reproche.
Frente a la divulgación pública de detalles de las detenciones, el juez de Instrucción Nº 13, Osvaldo Barbero, afirmó que se está muy lejos aún de esclarecer el crimen del gremialista.

La difusión de los avances de la pesquisa provocó contrariedad en el juez. Ayer Barbero sostuvo que es el magistrado de la causa la única persona autorizada para dar por esclarecido un hecho delictivo, “facultad que parecen arrogarse las autoridades policiales de la Unidad Regional II”.

En un comunicado dirigido ayer a los medios, Barbero reprendió a las autoridades policiales de Rosario, a las que atribuyó la divulgación de pormenores de los avances de la pesquisa.

El juez señaló que “mal pueden afirmar los funcionarios de la Unidad Regional II de Policía que los investigadores están próximos a individualizar a los autores materiales e incluso intelectuales del asesinato de Beroiz cuando la filtración de información clave por parte de la policía ha frustrado la detención del principal sospechoso, quien alertado por esa irresponsable información perfeccionó sus recaudos para burlar a la Justicia”.

Este planteo llamó a silencio a la policía rosarina. Pero en murmullos desde la fuerza se deslizó alguna réplica. “El sospechoso había desaparecido antes de que el caso llegara a la prensa. No es que se enteró por los diarios de que lo buscaban. Nadie puede pensar que no fue capturado por publicaciones”.

El juez Barbero proclamó que es el magistrado de la causa la única persona autorizada para dar por esclarecido un hecho delictivo, “facultad que parecen arrogarse las autoridades policiales de la Unidad Regional II”.

Los otros dos. La policía rosarina también había detenido anteayer, aunque por unas horas, a otras dos personas en el marco de la investigación del crimen. Se trata de Hugo B., de 34 años, y Juan G, de 18. Uno de ellos tenía un boleto de compra-venta de un automóvil Renault 12 vendido a Raúl Flores con posterioridad al crimen del sindicalista. El vehículo se había negociado en 8 mil pesos. El allanamiento fue en una casa de Presidente Quintana 200 bis.

En tanto, el hijo del sindicalista asesinado, que también se llama Abel Beroiz, estuvo ayer ante el juez Barbero para interiorizarse sobre las novedades de la pesquisa.