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 viernes, 07 de diciembre de 2007  
Imputan de homicidio calificado a dos policías
Iban por el padre y balearon por la espalda al menor que estaba con él en un auto. Estaban de civil. Les imputaron homicidio calificado. Aprecian que fue un acto temerario y descreen del tiroteo

Los dos policías detenidos por la muerte de un chico de 14 años baleado en la espalda fueron acusados por uno de los delitos más graves, homicidio calificado, que se pena con prisión perpetua. Esa es la carátula que impuso al caso el juez de Instrucción Adolfo Prunotto Laborde, en función de un nuevo artículo del Código Penal que agrava los crímenes cometidos por policías en abuso de sus funciones.

¿Tiroteo? Hasta el momento los investigadores no encontraron evidencias de que haya existido un intercambio de disparos entre los policías y el papá del nene fallecido, a quien se supone que habían ido a detener.

La sospecha de que sólo los policías tiraron se desprende del testimonio del playero de la estación de servicio donde ocurrió todo, quien declaró que escuchó dos disparos y luego del incidente recogió en el lugar dos casquillos: los de las balas policiales.

Los efectivos de la comisaría de Funes siguen detenidos y serán indagados hoy por el delito de homicidio calificado, previsto en el artículo 80 inciso 9 del Código Penal.

Esa figura se aplica a los empleados de fuerzas de seguridad que cometen un crimen “abusando de su función o cargo”. De todos modos, se deberá aclarar en este caso quién de los dos acusados efectuó el disparo letal. Por eso, es probable que el restante reciba una imputación menor. Y también deberán responder por las lesiones ocasionadas al papá del chico, si se confirma que resultó herido.

Para aclarar ese punto fueron secuestradas las pistolas 9 milímetros de los efectivos. Las circunstancias del operativo aún son confusas y los investigadores requirieron a eventuales testigos del suceso que se contacten con el juzgado de Instrucción.

El incidente.
Todo arrancó a las 9 del miércoles, cuando dos policías vestidos de civil y a bordo de un auto particular trataron de identificar en una estación de servicios de Matienzo y Presidente Perón a un hombre con antecedentes penales que iba con su esposa y dos chicos en un Renault 12.

Hubo una breve discusión y dispararon al menos dos veces. Una de esas balas impactó en la patente trasera del auto y desvió su recorrido, al parecer, al chocar contra un bidón o un chapón del baúl. Finalmente hirió en la espalda a Milton Taborda, de 14 años, quien estaba sentado en el asiento trasero, luego de atravesar su mochila escolar.

Los policías, un sargento y un oficial principal de la seccional 23ª, quedaron detenidos. Estaban sin uniforme y en un Ford Fiesta gris sin identificación. La explicación oficial del operativo señala que habían ido a detener a Walter Gordo Taborda, un hombre de 33 años con antecedentes penales que reside en la zona de la comisaría 19ª.

Temerario.
Un playero de la estación contó que los dos policías estacionaron al lado y discutieron con el conductor del Renault 12. El muchacho vio que los policías llevaban pistolas y que efectuaron dos disparos al conductor, que salió del lugar a toda velocidad. “Papá, me dieron un tiro”, se quejó Milton. Taborda se detuvo entonces en una estación de servicios de Perón y Rouillón, le dijo a su mujer que llevara al chico a un hospital y escapó en la bicicleta de una vecina. El nene murió.

A las vainas de las balas policiales las levantó el playero. A su testimonio se sumó el de la mamá del chico, quien también dijo que los disparos fueron dos. Y sostuvo que su marido resultó herido. Aunque hubo una disidencia entre los dos testigos sobre el lugar donde estaba Taborda, para los investigadores eso no le resta gravedad al hecho: “Es una locura que le hayan tirado. Era un lugar con circulación de gente, cerca de una escuela. ¿Cómo disparan a un auto de ese modo, sin necesidad ni motivo?”, observó una fuente del caso.

La policía sostuvo que Taborda resistió a tiros. Incluso, reportó haber secuestrado un revólver calibre 38 en un descampado. No hay evidencia de que Taborda lo haya usado.

También se investiga el procedimiento. Según las actuaciones policiales, estaban investigando robos en Funes y tenían la orden de ubicar a Taborda porque habría vendido un auto Renault 18 ligado a esos atracos. Pero se ignora por qué no se concretó un arresto común y hubo una discusión previa con el hombre que iban a buscar. “Un arresto común se desarrolla de otra forma: le cruzan el auto, lo hacen descender y le colocan las esposas”, observó un vocero del caso.
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El Renault 12 en el que viajaban Walter Taborda y su hijo quedó en el playón donde fue baleado.


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