Salven al Hospital Italiano

La presente carta es un grito de angustia que acompaña a la pérdida de un ser querido: mi esposo. Debido a su enfermedad he vivido el esplendor del hospital Italiano pero también su decadencia. He compartido días de paros, como así la toma del edificio representando a los justos reclamos de los trabajadores, y en el medio, los pacientes. Un infinito agradecimiento a todo el personal: comenzando por la guardia; a Verónica que en las duras horas nos recibía con ternura, a las mucamas y las enfermeras de los cinco pisos, ya que los recorrimos a todos. Pero especialmente gracias a los chicos de Coronaria, a los que están y los que ya tomaron nuevos caminos y, por supuesto, al doctor Fabián Diez, que aunque a veces discrepábamos, le brindó a mi esposo, el bagaje de la comprensión, afecto y sostén humano que él necesitaba. Por favor, por los presentes y ausentes, que el Italiano resurja otra vez.

A. Leal de Fluixa, DNI 4.883.014