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sábado,
17 de
noviembre de
2007 |
Otro virulento cruce entre el gobierno, Carrió y Macri
Alberto Fernández dijo que la líder de la Coalición Cívica es “cínica e inmoral”. Respuesta opositora
El gobierno volvió ayer a embestir contra los dirigentes de la oposición Elisa Carrió y Mauricio Macri. Se trató de una ofensiva que incluyó calificativos como “cínica e inmoral” para la líder de la Coalición Cívica (CC), mientras que al jefe de Gobierno porteño electo le dijeron que “no habla con seriedad”. Las respuestas de dirigentes de la CC y del PRO no se hicieron esperar.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó respecto de Carrió que es “una gran cínica”, dijo que “ha estafado a sus seguidores”, que “es una enviada de los hacendados” y destacó que ahora es una “líder del patriciado porteño”.
“Esta señora no puede seguir mintiendo como miente”, cuestionó Fernández, y acotó: “Le pido a Carrió que explique a los argentinos cómo quiso ser presidenta una persona que dice vivir de dádivas. Estoy cansadísimo de la inmoralidad con cara de seria”.
Las críticas del oficialismo se vinculan a que Carrió presentó un grupo de acción política en defensa de los empresarios agropecuarios y criticó al gobierno por la suba de las retenciones a las exportaciones.
En tanto, el presidente del bloque de diputados kirchneristas, Agustín Rossi, aseguró que Lilita “tiene que hacer malabarismos verbales para justificar su nivel de vida” y se preguntó: “¿Dónde quedó el contrato moral?”.
El designado ministro del Interior, Florencio Randazzo, no se privó de poner su bocadillo: “Carrió dice que vive de la limosna de un grupo de legisladores, a los que habría que preguntarles cómo hacen para vivir y mantener a su jefa”.
La Piba, defensora. Por su parte, la diputada electa por la CC Patricia Bullrich defendió a su líder partidaria y aseguró que las expresiones de Randazzo son “irrespetuosas y violentas y continúan con la política del agravio”.
En tanto, el presidente del bloque de diputados de la CC, Adrián Pérez, destacó que Carrió “es una de las pocas dirigentes que se empobreció al volcarse a la política”.
La ofensiva oficial incluyó a Macri, de quien el ministro del Interior, Aníbal Fernández, aseguró que “no tiene la vocación de hablar de las cosas con seriedad”, en relación al traspaso de la Policía Federal.
En un nuevo capítulo de la discusión que ambos mantienen, Fernández remarcó que el propio presidente Néstor Kirchner “le explicó (a Macri) que el tema debía ser tratado en el Congreso para modificar la ley Cafiero, y eso se llevó a cabo, y que era muy complicada la cuestión de la transferencia de fondos”.
Ocurre que el macrismo pide que la policía para la ciudad de Buenos Aires sea traspasada con los fondos necesarios para mantener la nueva fuerza de seguridad, un pedido que el Gobierno rechaza.
Por su parte, la electa vicejefa de Gobierno porteño, Gabriela Michetti, defendió a Macri y le pidió a Aníbal Fernández que “explique a los porteños cómo nos va a cuidar, porque no es con descalificaciones o agravios como se soluciona el problema de la inseguridad”. Macri además había amenazado con realizar una movilización e incluso recurrir a la Corte Suprema para reclamar esos fondos, donde ya hay dos presentaciones.
Por su parte, el diputado porteño por el PRO Luis Galvalisi aseguró que Aníbal Fernández “ostenta el triste privilegio de ser uno de los funcionarios más ineficaces” del gobierno nacional. “Están a la vista los índices de inseguridad y violencia, que han crecido ostensiblemente durante su gestión”, argumentó.
“La violencia a esta altura no sólo la padecen los ciudadanos comunes, sino que alcanza a las autoridades; caso concreto es lo que le sucedió al vicejefe de Gabinete, Jorge Rivas”, subrayó Galvalisi como cierre de una jornada caliente.
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