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 sábado, 17 de noviembre de 2007  
Denunció un allanamiento abusivo contra su vivienda

María Laura Cicerchia / La Capital

La madre de una joven condenada a 18 años de prisión por el crimen del taxista Jorge Poremba denunció en los tribunales que su familia fue víctima de un allanamiento policial abusivo en su casa del barrio Puente Gallego, cuando tres efectivos de civil llegaron al lugar tras detener a su hijo de 18 años por un robo y buscando parte del botín.

   No es la primera vez que Mirta Malla, de 47 años, acusa a efectivos de la comisaría 33ª por lo que ella considera “atropellos” contra su familia. En esta ocasión denunció en la División Judiciales de Jefatura y en el juzgado de Instrucción Nº 11 que tres policías vestidos de civil rehusaron identificarse, golpearon a su marido y empujaron a su hija al allanar su casa de Punta del Indio al 7900. Por su parte, la policía sostuvo que no entró a la casa y negó los apremios.



Detención y después. Malla aseguró que la policía apresó el miércoles a la tarde a su hijo Ricardo Herrera, de 18 años, cuando “volvía de trabajar en una obra de Funes” y que luego fueron a su casa tres efectivos con una Itaka y pistolas.

   Según contó, en el pasillo que da a su vivienda el hombre de la Itaka golpeó en la cabeza a su marido y empujó a su hija Nancy, de 19 años, que está embarazada de dos meses. Minutos después, su hijo de 14 años tomó una foto con un celular del efectivo frente a su casa.

   De acuerdo con la mujer, los otros dos policías entraron luego a la vivienda sin exhibir orden de allanamiento. “Yo les pedí la credencial y uno me dijo: «Vos no sos quien para pedirme la credencial. Vos tenés un hijo choro». Y después rompieron lo que encontraron a mano: el faro de la moto, una estufa y abollaron la cocina a patadas. Quiero que esto tome estado público porque no puede haber policías tan violentos”, dijo Mirta.

   Según Malla, el forense de tribunales constató que su marido tiene un hematoma en la cabeza y su hija un golpe en la rodilla. “No tiene fundamento lo que hicieron. Yo no digo que mis hijos sean santos. Pero ahora se equivocaron ellos”, expresó. E indicó que tras la medida se llevaron a su hijo en un auto particular. “Hace tres días que está incomunicado y no lo llevan a declarar”, dijo.

   Esa versión fue desmentida por la policía. Un vocero de la seccional 33ª dijo que el joven fue trasladado dos veces al juzgado, que no presenta lesiones y que fue apresado por un escruche a la casa de una anciana, de Viña del Mar al 2800, de donde se llevaron una estufa, un televisor y un cubrecama.

   “En un patrullaje se da con dos jóvenes que caminaban con las cosas en la mano, en Atlántida y Punta del Indio. Se arrestó a uno y el otro escapó. La casa del detenido no fue allanada”, dijo una fuente policial. Indicó además que al muchacho le secuestraron el cubrecama y la estufa.



Un error. “Se equivocaron de persona. La dueña de esa casa vino a hablar conmigo y me dijo que se trataba de un error. Todo esto pasa porque en la comisaría nos tienen bronca y cada vez que hay un robo culpan a la familia Herrera”, dijo Malla. También eso fue refutado en la comisaría: revelaron que familiares de la víctima denunciaron haber sufrido amenazas por parte de la mujer.

   El joven detenido había sido herido en junio de 2005 por una bala que le atravesó la cabeza, disparada por dos vecinos de apellido Ledesma que cumplen condena por ese episodio. Su hermana, Lucía Herrera, de 22 años, fue condenada en julio a 18 años de cárcel por el homicidio del taxista Jorge Poremba, ocurrido en enero de 2006 cerca de su casa. l
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